"Leer y escribir, y escribir con disciplina, porque un libro no se escribe solo"
-Carlos Fuentes, cuando le pregunte qué se necesitaba para escribir un libro.
Confieso que he tenido con la Literatura un tórrido affaire desde hace 11 años. Antes de ésa época, mis máximos referentes literarios eran Stan Lee y asociados, con ligeras/casi imperceptibles acercamientos a Jalil Gibrán y Juan Ramón Jiménez. "El Loco" fue el primer libro que leí completo; después, "Platero y yo".
A los 13, casi catorce, mi madre tuvo a bien "prestarme" su edición de Cien Años de Soledad, mismo libro que reelería por los menos dos veces más inmediatamente después de terminar la vez anterior. Con éste círculo de realismo mágico (la cual es una novela también circular) inicié mi viaje cíclico, cual Dante, hacia el infierno, purgatorio y paraíso literario, en cada uno de sus círculos propios.
Conocí a King, Lovecraft, Poe, Shelley, Verne, Asimov, Spota, Fuentes, Platón, Dumas, Stevenson, Conan Doyle...a todos los que forman el acervo común de los que se inician en las letras; después, profundizando, encontré a Matheson, Silverberg, Philip K Dick (no podía escribir sólo su apellido), Poniatowska, Golding, Salinger, Pérez-Reverte, Eco, Faulkner, Borges, Kafka, el Marqués...un sin fin de escritores cuyas obras continúan haciendo eco todavía y las cuales son estudiadas no sólo por las letras en sí mismas, sino por su contexto histórico y sus referencias obligadas hoy en día.
Hice mía la literatura y ella, irremediablemente, me hizo suyo.
He viajado en estos áridos parajes durante once años, dónde sólo yo y un grupo reducido de personas vemos una naturaleza viva, dinámica, dónde otros solo aprecian un desierto. Por alguna extraña razón, aquellos que leemos estamos relacionados de otro modo con las letras: algunos escriben, otros tratamos de escribir, otros hacen reseñas. La tecnología nos ha llevado un paso más allá: no conozco un sólo blogger que afirme que no ha leído por lo menos un libro, y ésto para ir a la segura.
Parece que la causa conlleva su efecto: lectura-redacción, pero ése sería otro tema.
Comentaba que aquellos que vemos el frondoso paisaje nos reúnimos de vez en cuando, tenemos cierta afinidad por otros lectores y de alguna forma siempre nos encontramos, intercambiamos instantáneas de tal o cual obra, referencias, datos curiosos, y de forma menos emotiva (por ser muy personal) le confesamos a los demás que escribrimos. En ése momento existe la comunión.
Espero su viaje por las letras sea por lo menos la mitad de fructífero que el mío, porque queda mucho por delante.
-------------------------------------------------------------
Aquí, una pequeña contribución mía a un blog hermano, Desfacer Entuertos.
Si, es el blog de un amigo, pero las obras que se encuentran ahí son el botón de muestra del valor de las palabras.
-Carlos Fuentes, cuando le pregunte qué se necesitaba para escribir un libro.
Confieso que he tenido con la Literatura un tórrido affaire desde hace 11 años. Antes de ésa época, mis máximos referentes literarios eran Stan Lee y asociados, con ligeras/casi imperceptibles acercamientos a Jalil Gibrán y Juan Ramón Jiménez. "El Loco" fue el primer libro que leí completo; después, "Platero y yo".
A los 13, casi catorce, mi madre tuvo a bien "prestarme" su edición de Cien Años de Soledad, mismo libro que reelería por los menos dos veces más inmediatamente después de terminar la vez anterior. Con éste círculo de realismo mágico (la cual es una novela también circular) inicié mi viaje cíclico, cual Dante, hacia el infierno, purgatorio y paraíso literario, en cada uno de sus círculos propios.
Conocí a King, Lovecraft, Poe, Shelley, Verne, Asimov, Spota, Fuentes, Platón, Dumas, Stevenson, Conan Doyle...a todos los que forman el acervo común de los que se inician en las letras; después, profundizando, encontré a Matheson, Silverberg, Philip K Dick (no podía escribir sólo su apellido), Poniatowska, Golding, Salinger, Pérez-Reverte, Eco, Faulkner, Borges, Kafka, el Marqués...un sin fin de escritores cuyas obras continúan haciendo eco todavía y las cuales son estudiadas no sólo por las letras en sí mismas, sino por su contexto histórico y sus referencias obligadas hoy en día.
Hice mía la literatura y ella, irremediablemente, me hizo suyo.
He viajado en estos áridos parajes durante once años, dónde sólo yo y un grupo reducido de personas vemos una naturaleza viva, dinámica, dónde otros solo aprecian un desierto. Por alguna extraña razón, aquellos que leemos estamos relacionados de otro modo con las letras: algunos escriben, otros tratamos de escribir, otros hacen reseñas. La tecnología nos ha llevado un paso más allá: no conozco un sólo blogger que afirme que no ha leído por lo menos un libro, y ésto para ir a la segura.
Parece que la causa conlleva su efecto: lectura-redacción, pero ése sería otro tema.
Comentaba que aquellos que vemos el frondoso paisaje nos reúnimos de vez en cuando, tenemos cierta afinidad por otros lectores y de alguna forma siempre nos encontramos, intercambiamos instantáneas de tal o cual obra, referencias, datos curiosos, y de forma menos emotiva (por ser muy personal) le confesamos a los demás que escribrimos. En ése momento existe la comunión.
Espero su viaje por las letras sea por lo menos la mitad de fructífero que el mío, porque queda mucho por delante.
-------------------------------------------------------------
Aquí, una pequeña contribución mía a un blog hermano, Desfacer Entuertos.
Si, es el blog de un amigo, pero las obras que se encuentran ahí son el botón de muestra del valor de las palabras.
Jajaja, es curioso como nos iniciamos cada uno en las letras. Yo siempre recuerdo hace 8 años, cuando eramos unos pubertos cazando chicas en bachillerato y empezaste prestandome libros de Agatha Christie, y luego pasaste a prestarme otros tantos, hasta que me regalaste el primer libro de mi biblioteca personal "Yo robot" aun envuelto en su celofan, jajajaja. Y como olvidar cuando no existian el bloggin mi pagina con mis intentos de relato y tus contribuciones constantes. Mucha agua ha corrido viejo amigo, y yo sigo visitando tus recomendaciones para nutrirme de mis lecturas diarias. Despues de todo, si existen tantos libros por leer como para que no nos alcanze la vida hay que dedicarse a los buenos. Saludos viejo amigo.
Anónimo
20 de enero de 2009, 18:13
Y la rueda gira, viejo amigo.
Espero te encuentres bien, y gracias por tus palabras: es curiosos que cada vez que necesito una motivación para escribir siempre encuentro un mensaje.
Los viejos tiempos, y todo es ka.
Humbert C. Christopher
20 de enero de 2009, 23:21