282 It no es sobre un payaso asesino.

Sobre It (miniserie, película y libro): no trata de un payaso que vive en las alcantarillas y mata niños. Trata sobre los distintos tipos de abuso al que los niños se ven sometidos por sus propios padres. Se trata de la sobreprotección que sufre Eddie por la obsesión de su madre por su "delicada salud". Trata del abandono emocional que sufre Billy cuando muere su hermano y sus padres deciden que ya no tienen hijos. Se trata sobre el abuso sexual de Beverly por su padre y el abuso alimenticio de Ben por su madre, ambos padres solteros. Pennywise no es sólo el payaso. Pennywise es el mundo. Al igual que el Freddy de Pesadilla en la calle de infierno, su tono es el de un child molester, un depredador sexual y, en tiempos modernos, el de un bully. Lo aterrorizante no es sólo que un ser así exista (lo hacen): el verdadero horror es cuando los adultos, quienes deberían proteger a los niños, aparentemente no ven que algo está mal con con sus niños. Esto se ve en las escenas donde Ben y/o Beverly sufren abusos a plena luz del día y se encuentran con la mirada vacía de los adultos. Derry es escalofriante. Derry somos todos. Richie está abandonado. Y Stan sobrecargado de labores entre su religión y los boy scouts, sin tiempo para "ser un niño". Mike trabaja en un matadero, obligado a ser responsable de si mismo.
Todo esto es importante: la falta de figuras de padres los vuelven adultos disfuncionales. Eddie y Bev terminan con clones de sus padres. Los demás son solteros, a excepción de Bill que tiene más o mnos una relación funcional. Ninguno tiene hijos (por la "maldición", lo sé, pero también encaja con la narrativa de cometer/no cometer los errores del pasado). Todos son exitosos en sus respectivas carreras, pero a todos les falta algo. Cuando hablo de figuras paternas no me refiero al modelo tradicional, así que no brinquen antes de tiempo. Me refiero a una figura positiva, sea madre, padre, dos papás, dos mamás o madre-padre. 
Las otras víctimas son los victimarios de El Club de los Perdedores: Henry Bowers y su pandilla. Ellos también son niños que sufren abusos y responden en consecuencia, torturando a la gente diferente, representada por minorías, a los que consideran privilegiados. Henry y su banda es la alt-right moderna, profetizada hace más de 30 años. No es de sorprender que It los utilice y se alimente prolijamente de ellos.
La figura de Henry Bowers es especialmente trágica: su padre lo maltrata, y su padre le enseña a ser un racista, machista, homófobo y ser depreciable. Culpa a los negros por perder su trabajo, a Ben por sus calificaciones, a Beverly por ser una niña bonita, a Richie por ser simpático y a Bill por tartamudear. El único poder que tiene es el mismo que el de It: alimentarse del terror que inflige. Este poder está simbolizado en la navaja que recibe, en dos ocasiones, de It, que reemplaza aquella navaja con la que talla su inicial en la panza de Ben. Henry Bowers: tan lejos de la redención, merece toda la pena del mundo.
Aquí radica la importancia de los amigos durante la niñez: Pennywise es incapaz de vencerlos no porque sean niños que le arrojan ácido de batería a la cara o le rompen la cabeza con pendientes de plata. No los puede vencer porque cuando están juntos pierden todo el miedo, e It se queda sin armas. Ellos mismos se vuelven su familia escogida. El club de los perdedores vive mientras el círculo no se rompa. Y cuando se rompe, los perdedores ya no son.
O a lo mejor sólo soy un padre preocupón, e It si es sobre un alien que toma forma de payaso y mata niños.

281.9 El curioso incidente del perro a medianoche.


El día 2 de abril es el Día de la Concienciación sobre el Autismo (y todo el espectro que representa esta condición).

El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon, es una novela que tiene por narrador y protagonista a Christopher John Francis Boone, un joven de 15 años quien quiere ser astronauta, que no puede comer alimentos amarillos y que sabe que los días donde ve pasar 5 carros rojos serán "días super buenos". Él es el detective quien tratará de resolver el crimen cometido con el perro de su vecina. Y también tiene algo parecido al autismo o al Síndrome de Asperger (no puedo dar una mejor definición porque el mismo autor tampoco lo hace).



La novela es un vistazo acerca de como se enfrentan al mundo las personas con autismo y sus familiares. Si bien Mark Haddon admite que no es ningún experto y que su investigación es un tanto superficial respecto al tema, este libro ha sido aclamado tanto por los críticos como por la comunidad médica y la gente más relacionada a este tipo de transtornos, no porque sea un tratado sobre el autismo, si no porque ofrece una mirada acerca del problema de inadaptibilidad social y estigmas a los que se enfrentan las personas con estas condiciones.





Vale la pena la leída. Es una lectura buena, con excelente ritmo y con un mensaje importante. Está escrito en un lenguaje sencillo (que raya en lo austero, considerando quien es el narrador) y nos permite tener un atisbo de lo difícil que puede ser encajar en un mundo que no está del todo listo para comprender a la gente que tiene algún trastorno que lo limite socialmente.