217 The Force Awakens - Con Spoilers.

Empezaré por lo obvio: sí, es Star Wars para una nueva generación. Si, vale la pena verla en el cine y más en 3D. Si, aunque no seas fan o "nunca hayas visto Star Wars" la puedes ver sin broncas. Y lamentablemente si, mata al Universo Expandido que habíamos conocido y amado.

La gran sorpresa no fue la dirección de J.J. Abrams (siempre le tuve fe). La gran sorpresa fue el nivel de los nuevos protagonistas: el stormtrooper traidor Finn, el mejor piloto de la galaxia Poe Dameron y la pepenadora y Elegida de la Fuerza Rey. El trío, acompañados del nuevo R2-D2 BB-8 (Bebocho, supongo) son el eje principal de la historia del enfrentamiento de la Resistencia (que son básicamente los Rebeldes con el apoyo de la República) contra la Primera Orden, que son como las SS dentro del partido Nazi. En el espacio.

Y aquí comienzan mis problemas con la película: por momentos se siente como un remake de A New Hope mezclado con partes de Return of the Jedi. Comenzaré con lo obvio: la base Starkiller es una Estrella de la Muerte del tamaño de un planeta. Y con las mismas debilidades de sus dos predecesoras. Y termina de la misma forma que sus dos predecesoras.

Kylo Ren es un gran viillano, viviendo en la sombra de Darth Vader, conocedor de la Fuerza (es, hasta ahora, la persona a la que más le reconozco el uso de esta) y con el constante temor de ser seducido por el Light Side y fallarle al Líder Supremo Snoke. Tengo que aclarar (y me intriga) que ni Hylo y Snoke son considerados Sith Lords. Si estos existen o murieron con Palpatine aún queda por ser aclarado. Y hasta ahí brilla la Primera Orden. El personaje que esperaba hiciera algo era Phasma, interpretado por Gwendoline Christie y nada más sirvió para un par de chistes, uno de los cuáles tenía que ver con compactadores de basura.

De los actores originales regresan Harrison Ford, Carrie Fischer, Peter Mayhew, Anthony Daniels y Mark Hamill, éste último con un sólo minuto en pantalla que me dejó con la boca abierta.

JJ se fue por lo seguro. Siento que arriesgó muy poco y apeló mucho a la nostalgia y a nuestras ansías de una película de Star Wars mejor hecha que los episodios I, II y III y lo logró, cerrando la boca de todos los que decían que iba a desgraciar la franquicia. Y agradezco mucho los guiños al Universo Expandido.

216.1 Hello. My name is Iñigo Montoya.




You killed my father. Prepare to die.

The Princess Bride es una de esas películas de las que creía conocer la trama, los memes y las citas (en un par de episodios de How I Met Your Mother le hacen referencia) pero que nunca había visto. Hasta hoy.

The Princess Bride es el libro que El Abuelo le lee a su nieto (¡Kevin Arnold!) mientras convalece enfermo. Al principio (igual que yo) está renuente a escuchar a historia. "¿Tiene deportes?" pregunta el niño.

"Are you kidding? Fencing, fighting, torture, revenge, giants, monsters, chases, escapes, true love, miracles..."
"¿Bromeas? Esgrima, peleas, tortura, venganza, gigantes, monstruos, persecuciones, escapes, amor verdadero, milagros..."

Y cumple cada una de esas promesas. Y de qué forma.

Lo que más me gustó de la película fue su sencillez. Su único objetivo es contar una historia inolvidable. Los diálogos son brilllantes, graciosos, basta ver los retruécanos mentales que hace Vizzini durante el asunto de las copas de vino. Las actuaciones magníficas, en especial la de André el Gigante y Mandy Patinkin como el mencionado Iñigo Montoya (quien yo creía era el protagonista de la película ya que es el personaje más reconocido). La trama es tan simple y lineal que es reconfortante. Los personajes son memorables, tan aptos para la película como lo serían para un gran cuento de hadas, que es lo que The Princess Bride es.

Hoy me voy a dormir con la felicidad de un niño pequeño que ha descubierto su cuento favorito. Hoy creo en los gigantes bonachones, en el Milagroso Max, en los Roedores de Tamaño Inusitado, en el Pirata Roberts y en la casi inalcanzable búsqueda del hombre con seis dedos en la mano derecha de Iñigo Montoya. Hoy creo en el amor eterno.


216 - Todo cambia...

Ha sido un año interesante.

(Cliché) "Si hace un año me hubieran dicho donde estaría hoy..."(fin del cliché).

Pero es cierto.

Estoy escribiendo esto a unas cuantas cuadras del zócalo de la ciudad de León, Guanajuato, ciudad donde viviré el próximo año. O los próximos dos. O tres.
Escribo esto como residente de primer año de Medicina Familiar.

Así que escribir en esta olvidada ruina se volverá parte de la rutina, supongo.

¡Excelsior!