La serie de Final Destination es quizá la serie más heterogénea en la historia del cine de horror. No es de sorprender que los que vean la película sin poner mucha atención se confundan a la hora de dividirlas o nombrarlas. Si, todas son iguales. Las diferencias son tan sutiles que a veces pasan inadvertidas.
The Final Destination (la cuarta de la serie) sigue el mismo camino de las otras tres: un espantoso accidente del cual un pequeño grupo de personas se salva ya que uno de ellos tuvo una visión que nunca se sabe de dónde viene o qué la provoca. De inmediato, la Muerte (o algo, no se sabe) comienza con un plan para matar a aquellos que se libraron siguiendo un patrón determinado y mediante complicados mecanismos donde el azar y las deficientes normas de seguridad tienen un papel determinante.
Las muertes en ésta película son las menos espectaculares. De hecho, algunas ni se ven (las últimas tres me parecieron un insulto al espectador. El mecanismo que lleva a cada muerte parece forzado, no con la malevolencia tangible de la primera o lo gráfico de la tercera.
Ahora, el dichoso plan de la muerte parece tener aún menos sentido que en otra cinta.
Puntos rescatables: me gustó el intro. Es un homenaje a las mejores muertes de las otras películas.
Llega un momento casi al final donde se da una sensación de deja vu que me resultó agradable, pero desapareció rápidamente.
Lo malo: el resto de la película. Tal vez porque estaba diseñada para verse en 3-D, pero no luce por ningún lado.
No la vean. Renten la primera. Y ya.
Un Humbertcricio de...nada. No se lo merece.
SPOILER: No, no sale Candyman.
The Final Destination (la cuarta de la serie) sigue el mismo camino de las otras tres: un espantoso accidente del cual un pequeño grupo de personas se salva ya que uno de ellos tuvo una visión que nunca se sabe de dónde viene o qué la provoca. De inmediato, la Muerte (o algo, no se sabe) comienza con un plan para matar a aquellos que se libraron siguiendo un patrón determinado y mediante complicados mecanismos donde el azar y las deficientes normas de seguridad tienen un papel determinante.
Las muertes en ésta película son las menos espectaculares. De hecho, algunas ni se ven (las últimas tres me parecieron un insulto al espectador. El mecanismo que lleva a cada muerte parece forzado, no con la malevolencia tangible de la primera o lo gráfico de la tercera.
Ahora, el dichoso plan de la muerte parece tener aún menos sentido que en otra cinta.
Puntos rescatables: me gustó el intro. Es un homenaje a las mejores muertes de las otras películas.
Llega un momento casi al final donde se da una sensación de deja vu que me resultó agradable, pero desapareció rápidamente.
Lo malo: el resto de la película. Tal vez porque estaba diseñada para verse en 3-D, pero no luce por ningún lado.
No la vean. Renten la primera. Y ya.
Un Humbertcricio de...nada. No se lo merece.
SPOILER: No, no sale Candyman.
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