He admirado públicamente a gente que considero heroica. Uno de ellos fue Esteban Cervantes Barrera. A otros, les admiro por las decisiones que tuvieron que tomar y la forma en que dejaron su marca, como Don Alejo Garza Tamez.
Hoy admiro y respeto a una mujer que hizo lo contrario que las personas que menciono arriba. No decidió brincar frente a una pistola ni tomar la justicia en sus manos. Aún así, se comportó de una manera que no deja ninguna duda respecto a que también se puede ser un héroe con algo tan sencillo como tranquilizar a unos niños.
Primero, les dejo la noticia de lo que pasó en la colonia La Nueva Estanzuela, en Monterrey, N.L.
Mientras sucedía la balacera, en un kinder en la inmediaciones, pasó esto:
Todos mis respetos a la maestra.
Es escalofriante esta situación, y es realmente admirable la forma en que supo utilizar una canción para lograr que los niños estuvieran quietos y sin levantar la cabeza.
Si las gotas de lluvia con un rifle semiautomático de fondo es un sonido que dificilmente se nos olvidará a todos, cosas que uno pensaría que solo ocurren en el cine o los comics
Anónimo
28 de mayo de 2011, 9:33
Me hiciste llorar...
Zabdy
28 de mayo de 2011, 9:58