" Las personas libres jamás podrán concebir lo que los libros significan para quienes vivimos encerrados. "
Anneliese Marie Frank (12 de junio de 1929 - 12 de marzo de 1945)
Conocida en nuestro país como Ana Frank, la mítica escritora del diario que lleva su nombre y que relata la vida de ocho judíos escondidos en un ático durante dos años, en plena Segunda Guerra Mundial.
Mi primer conocimiento de Ana no fue a través de su diario. Me apena decir que "El Diario de Ana Frank" fue una lectura tardía para mi, ya que lo leí en la secundaria. El primer libro sobre Ana que pude leer fue "Mis recuerdos de Ana Frank" de Miep Gies (Hermine Santrouschitz-Gies), la mujer que escondió a la familia Frank junto con los van Pels y Fritz Pfeffer en el ático del edificio donde trabajaba para Otto Frank. Leer el libro de Miep me dio una visión desde fuera del ático, imprescindible para comprender la grandeza que Ana plasmó en su diario.
El Diario en sí es un relato bastante conmovedor: no sólo relata el terror de dos años en pleno apogeo nazi, los bombardeos y los rumores escuchados a través de la radio, si no que también es un retrato fiel de una adolescente en pleno florecimiento, su primer y único amor en el Anexo, sus temores y dudas respecto a lo que sucedía con su cuerpo, mientras afrontaba a las dos familias que nunca dejaron de verla "como una niña"; también, era, el testimonio de una escritora y filósofa en ciernes, de una joven que trataba de entender el mundo en el que le había tocado vivir, de comprender el odio imperante y del anhelo de libertad que todos tenemos, no sólo los que nos vemos recluídos físicamente, si no de forma mental y espiritual.
El Diario no tiene un final feliz: un día como hoy, 12 de marzo, pero de 1945, y a sólo unos días de que el campo de Bergen-Belsen sea liberado, una Anna Frank en estado lamentable, debilitada por la fiebre tifoidea y los trabajos forzados a los que se ha visto sometida, calva, demacrada, desnutrida, cubierta de costras e infestada de piojos, muere. Sólo quedó detrás de ella el Diario, sus inmortales palabras y el testimonio de su corta vida.
" Tengo que defender mis ideales. El tiempo dirá cuándo podré llevarlos a cabo. "
" Quiero que algo de mí perdure después de la muerte. "
" Afuera no hay canto de pájaros, y dentro un silencio sofocante se cierne sobre todos y todas las cosas, y parece arrastrarme hacia un abismo. "
(Extractos del diario)
No escribiré su biografía, ni anécdotas ni nada por el estilo. Este post es un tributo y un recordatorio del día de su muerte. Mi consejo es que vayan directamente con Anna Frank y la lean, ella sabrá decirles lo que yo no puedo. Su Diario es una de ésas piezas literarias que se consiguen en cualquier lado a bajo costo, así que no hay pretextos.
La biografía de la Wiki, aquí.
Por último, les dejo la única grabación que se tiene de Ana:
Anneliese Marie Frank (12 de junio de 1929 - 12 de marzo de 1945)
Conocida en nuestro país como Ana Frank, la mítica escritora del diario que lleva su nombre y que relata la vida de ocho judíos escondidos en un ático durante dos años, en plena Segunda Guerra Mundial.
Mi primer conocimiento de Ana no fue a través de su diario. Me apena decir que "El Diario de Ana Frank" fue una lectura tardía para mi, ya que lo leí en la secundaria. El primer libro sobre Ana que pude leer fue "Mis recuerdos de Ana Frank" de Miep Gies (Hermine Santrouschitz-Gies), la mujer que escondió a la familia Frank junto con los van Pels y Fritz Pfeffer en el ático del edificio donde trabajaba para Otto Frank. Leer el libro de Miep me dio una visión desde fuera del ático, imprescindible para comprender la grandeza que Ana plasmó en su diario.
El Diario en sí es un relato bastante conmovedor: no sólo relata el terror de dos años en pleno apogeo nazi, los bombardeos y los rumores escuchados a través de la radio, si no que también es un retrato fiel de una adolescente en pleno florecimiento, su primer y único amor en el Anexo, sus temores y dudas respecto a lo que sucedía con su cuerpo, mientras afrontaba a las dos familias que nunca dejaron de verla "como una niña"; también, era, el testimonio de una escritora y filósofa en ciernes, de una joven que trataba de entender el mundo en el que le había tocado vivir, de comprender el odio imperante y del anhelo de libertad que todos tenemos, no sólo los que nos vemos recluídos físicamente, si no de forma mental y espiritual.
El Diario no tiene un final feliz: un día como hoy, 12 de marzo, pero de 1945, y a sólo unos días de que el campo de Bergen-Belsen sea liberado, una Anna Frank en estado lamentable, debilitada por la fiebre tifoidea y los trabajos forzados a los que se ha visto sometida, calva, demacrada, desnutrida, cubierta de costras e infestada de piojos, muere. Sólo quedó detrás de ella el Diario, sus inmortales palabras y el testimonio de su corta vida.
" Tengo que defender mis ideales. El tiempo dirá cuándo podré llevarlos a cabo. "
" Quiero que algo de mí perdure después de la muerte. "
" Afuera no hay canto de pájaros, y dentro un silencio sofocante se cierne sobre todos y todas las cosas, y parece arrastrarme hacia un abismo. "
(Extractos del diario)
No escribiré su biografía, ni anécdotas ni nada por el estilo. Este post es un tributo y un recordatorio del día de su muerte. Mi consejo es que vayan directamente con Anna Frank y la lean, ella sabrá decirles lo que yo no puedo. Su Diario es una de ésas piezas literarias que se consiguen en cualquier lado a bajo costo, así que no hay pretextos.
La biografía de la Wiki, aquí.
Por último, les dejo la única grabación que se tiene de Ana:
Fue de mis primeros libros; recuerdo que lloré cuando me enteré que murió.
Lo recomiendo para cualquier edad, y tienes razón está muy barato; aquí en casa tengo dos.
LoReBeLLa
12 de marzo de 2010, 13:25