169.3 El Largo Camino a la Liberación

Durante este año, en éste su humilde blog, he escrito algunas impresiones, quejas, alabanzas y recuerdos de mi Servicio Social. Un año horrible. Muchas fueron las anécdotas de otros doctores que recuerdan con cariño su SS, y algunas otras de verdadero terror que sirvieron de advertencia. El año pasó y se fue (y le mentaré la madre a todos aquellos que digan que el año se pasó rápido) y finalmente llegó el tiempo que todos los pasantes esperan: el tiempo de la liberación.

No quiero extenderme todavía, pero podrán imaginar de qué iban mis problemas: información no muy adecuada en las carpetas del año pasado, falta de formatos en éste año, no tenía computadora en la UMR, etc...

Pues bien, del martes al jueves de esta semana recorrí gran parte del camino a la liberación: Xalapa toda la semana, por lo cual no me puedo quejar. Adoro Xalapa, donde se reúne el 90% de la cultura del Estado con sus calles de pueblo bicicletero y su clima loco que me encanta. Pero por otro lado, subidas y bajadas, y tanto la Clínica 11 (donde recibí mi liberación de parte del IMSS) como la Subdirección de Enseñanza de la Secretaria de Salud (donde recibí las liberaciones estatal y nacional) se encuentran en las partes superiores de sus correspondientes cerros.

Pero puedo decir que volvería a subir (y de rodillas, como si fuera guadalupano) esos cerros sonriendo, por el simple hecho y placer de no volver a ver nada relacionado con el Servicio Social.

Sólo me quedaron pendientes un par de trámites que cumpliré éste fin de semana y el lunes: entregar los documentos para mi Título y Cédulas Profesionales.

La nota mala: que horrible se siente, después de todo, tener que pedirle a un gobierno que te explota por dos años completos trabajando (Internado y Servicio Social), permiso para ejercer la carrera en la que invertiste tanto tiempo, dinero y esfuerzo, cuando supuestamente ya le pagaste a la sociedad (y pagaste la deuda del gobierno de todas esas promesas estúpidas que hace) lo que la "sociedad invirtió en tu educación".

Pero en fin, estamos en México, la tierra donde sucede de todo y nunca nada pasa.

Hoy dormiré sonriendo. Cansado, pero sonriendo. Soy un hombre libre.

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