168.4 Siempre un Caballerango, nunca un Caballero

Se define el término "Caballerango" como sinónimo de "Caballerizo", y éste último es:
1.- m. y f. Persona encargada del mantenimiento de la caballeriza y los animales que la ocupan.
2.-f. Lugar cubierto destinado a las caballerías.

En un sentido mucho más tosco, "Caballerango" significa "Pendejo".

Verán, un caballerango es el tipo que limpia a la yegua, que baña a la yegua, que seca y cepilla a la yegua, que le da de comer a la yegua, que viste a la yegua y el que cuida y procura a la yegua para que llegue otro cabrón y la monte.

¿Siguen sin entender? Ok. Solía ser lo que en España llaman un "Pagafantas" (o un "Tomacafés", que es lo mismo)
El tipo que se moría de ganas por estar con "ella" (inserte una infinidad de nombres aquí, a lo largo de los 10 años en los que quería tener novia), el que escuchaba todo lo que "ella" tenía que decir, el que pagaba todo lo que "ella" quería, el que llevaba a "ella" a donde quisiera, el que se tomaba mil y un cafés con "ella" para escucharla quejarse del tipo con el que andaba en ése momento o en su defecto, de que no andaba con ningún tipo.

Si, yo era uno de los que tenían la frase "Te quiero, pero sólo como amigo" tatuada en la frente.
¿Me entienden ahora?

Claro, a lo largo de ésos diez años no todo fue taaaan malo: de vez en cuando alguien me daba esperanzas, y esperanzas de verdad, no sólo un "tal vez" (esta la tengo tatuada en el trasero, no en la frente, de tantas patadas recibidas con la misma frasecilla), e incluso un par de veces pude saber lo que era una novia. Incluso, en un par de ésas ocasiones fui un verdadero tonto y eché a perder las cosas. O no supe apreciarlas en su totalidad en ése momento.

¿Dolía? Si, pero cada vez menos. Ya saben, por la costumbre. ¿Me hacía cambiar mi forma de ser? Para nada. No soy de ésos que creen en el "Lado Oscuro" del ser humano. No soy de los que vuelven el "como todas son unas cabronas conmigo ahora yo seré un cabrón con todas" una filosofía. ¿Porqué? Porque conocí en carne propia lo que el amor y las falsas esperanzas pueden ocasionar en un una persona: el dolor, el llanto, el malestar físico y mental, el bache de depresión-autocompasión del que cuesta tanto trabajo salir. No me gusta jugar con los sentimientos de la gente porque nunca me ha gustado que jueguen con los míos. Y no, ojo por ojo y diente por diente no se resuelve nada, sólo vuelve ricos a los oftalmólogos y a los odontólogos.

¿Me afectó? Bueno, si. En algunas cosas. Y desafortunadamente hay alguien que está pagando las consecuencias, pero a eso llegaré más adelante.

Yo solía ser el de los "regalos perfectos", el de los "grandes detalles". "The knight in a shiny armor", el que siempre estaba ahí y el paño de lágrimas. El que era "demasiado bueno". Al que nunca "querían lastimar", el de "tu amistad vale demasiado como para arruinarla". Y lo peor es que yo les creía.

Se los dije: un pendejo.

Pero las cosas cambiaron hace dos años, cuatro meses y cuatro días.
Alguien se atrevió a recoger los pedazos rotos y tratar de armarlos nuevamente. Una labor titánica que le está costando muchísimo esfuerzo, muchísima paciencia y muchísimo amor. Alguien a quien no le han tocado los "regalos perfectos" ni los "grandes detalles". Alguien a quien incluso le ha tocado pagar el cine o la cena. Alguien por quien no siempre he podido estar ahí.

Y sin embargo me asegura que me ve como su Caballero en Brillante Armadura.
Y si, si es un post de San Valentín. No porque yo crea en ésta fecha, no lo hago.

Pero ella si cree.

¡Feliz Día de San Valentín, Zab! Gracias por hacerme el hombre más afortunado del mundo otro día. Gracias por quererme y por notar que estoy aquí.

Gracias por definirme. Te amo.

2 Response to "168.4 Siempre un Caballerango, nunca un Caballero"

  1. También te amo ♥ ♥ ♥

  2. Recuerdas tu primer acto de valentía?