Primera entrada: Acto de Valentía

"Un hombre se define por su primer acto de valentía"
Juan Mauricio Muñoz Liévana

Mau nunca dijo esa frase. Por lo menos no en los cinco años de la carrera de medicina que compartí con él. Ni una sola vez. Ni siquiera creo que la haya pensado como él dijo que lo hizo. Pero si creo que la dijo tiempo después, cuando se atrevió por vez primera a robar un beso. Claro, ya había besado antes; pero eran besos convenidos de antemano, sin sorpresa alguna y sin motivación suficiente. En cambio, su primer y verdadero acto de valentía fue robarle un beso a Zabdy. El primero. Pero no el mejor. Los mejores vendrían después.

Me sorprendió ver el nick de Mau en el messenger: "Si mi acto de valentía fue robar un beso, entonces tu me defines". Por separado las dos frases son buenas; juntas, son una maravilla. Al fin el chico bueno de la facultad se había atrevido a dar un paso por sí sólo. About time.

Mau pasó la carrera sin pena ni gloria, escondido en una esquina con algún libro en la mano y dándose aires de intelectual fallido. Su estilo, inigualable. Había intentado en varias (muchas) ocasiones conseguir novia, y estuvo a punto de lograrlo en varias ocasiones, pero supongo esas historias no son para la primera entrada de mi blog. Mas adelante, tal vez.

Cuando le pregunté a Mau qué demonios significaba su nick, me respondió que al fin había conseguido a alguien que lo aceptaba tal cual, sin dudar, atreviéndose lo que ninguna y sobre todo (enfatizó esto último) que no mentía sobre sus sentimientos. Conozco en parte la historia de Mau, porque la compartí en parte y su historia suele tener similitud con la mía. Odia que le mientan. Lo detesta. Además de que sufre en defecto muy grave: confía demasiado en la gente. Se deja engañar una y otra vez sin entender que la gente es, por promedio, mala. Pero no. Él tiene fé en la Humanidad (así, con mayúsculas). Cuando alguien le miente, su mundo se destruye por un poco de tiempo y vuelve a reconstruirlo desde cero. Pero ahora hay alguien que le ayuda a recoger los pedazos.

A Zabdy todavía no la conozco. Sólo lo que Mau me dice de ella. Que es maravillosa, linda, tierna, inteligente, hermosa y con sentido del humor. Supongo que Mau está enamorado. Valiente y tonto Mau. Te felicito. Sólo te puedo dar el consejo de Dédalo: No vueles muy alto, pero tampoco muy bajo, porque tus alas no lo soportarían.

Espero conocerla pronto. Muero por conocer a la mujer que hizo sonreír a Mau de nuevo y le regresó, íntegra, su fe en la Humanidad. Y agradecerle el mundo entero por semejante acto de valentía.