Quinta entrada: Al rodar los dados...

"El mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación"
Friedrich Nietzche


Lord Polo, el bárbaro enano, alza su hacha de guerra por encima de los montones de huesos que lo cubren, y poco a poco comienza a levantarse. "¡Por Reorx, estos esqueletos simplemente no se detienen!". Libera el brazo donde tiene el escudo y lanza su ataque contra la nueva orda de muertos vivientes que el necromancer invocó.

A su lado llega Josuélidas, el granjero con sueños de ser paladín, y, uniéndo su fuerza a la del enano, barren con cada uno de los esqueletos que los atacan. Josuélidas no necesita hablar, sino que deja que su espada cante por él.

Descuidando su flanco, Lord Polo se deja sorprender por un esqueleto. Incapaz de defenderse, trata de cubrirse lo mejor posible y se dispone a recibir un golpe mortal. Pero el golpe no llega. De pronto, es esqueleto se deshace frente a los ojos del enano. Detrás del esqueleto está parado Za´roc, el rebelde. La espada corta sigue alzada justo donde solía estar el cuello de la criatura.

"Luego me agradeces, tenemos que ayudar a los demás a vencer a necromancer", dice.

"No pensaba agradecerte" responde Lord Polo.



Del otro lado del salón subterráneo, Ares, la elfa educada por humanos, se detiene atónita. Acaba de detectar el escudo arcano que envuelve al necromancer. "¡Los esqueletos que lo rodean forman un campo de fuerza!".

"Eso explica porque mis flechas de metal se detienen sin pegarle" exclama Elrond, su hermano. Elrond prepara su ballesta y dispara otra de las flechas adquiridas en Thobardin, la ciudad enana. La flecha se incrusta en uno de los muertos vivientes que no se ha movido del lado del necromancer.

Ciel y Rahum pelean hombro con hombro; ella, clérigo y él, mago, combinan sus conjuros de ataque contra criaturas necrománticas. Poco a poco los cadáveres reanimados retroceden ante la fé de ella y la magia de él.
"No los mantendremos a raya por mucho tiempo" dice Rahum, apoyado en su bastón de mago. Por toda respuesta ella descarga su arma sobre un cadaver, pulverizándolo.

En medio de la pelea una figura envuelta en un traje rasgado y un aura fría parece levitar unos centímetros del suelo. Levanta sus manos y los esqueletos que rodean a los héroes vuelven a levantarse.

"¡A por ellos!" grita Josuélidas. Lord Polo levanta su hacha y gruñe una plegaria a Reorx. Junto a ellos Ares, Elrond, Ciel, Za´roc y Rahum levantan sus armas. Y todos juntos cargan contra el necromancer y su ejército de muertos vivientes.

Un plano por arriba del calabozo, ocho amigos comparten buena comida, buena bebida y buenos momentos, mientras los dados deciden el destino de los personajes.

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