Tercera entrada: ¡Siempre los recordaré, muchachos! Primera Parte

"La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla"

Gabriel García Márquez -Vivir para contarla



Todavía puedo sentirlos. A cada uno. Sus esencias aún siguen revolotéando a mi alrededor como mariposas de luz en un mundo de tinieblas. Estoy seguro de que si cierro los ojos y estiro la mano los tocaré.



Oigo sus voces. Escucho sus risas. Del otro lado del salón Mónica le pega a Corro en un brazo. "¡Ya déjame, Adrián!", grita. De inmediato se lleva la mano a la boca y comienza a morderse las uñas. Janet está a su lado, en silencio, pero Corro intenta abrazarla y ella, al momento, le responde de la misma manera. "¡Adrián, deja de manosear gente!".



Corro finge ponerse triste, pero se repone deprisa: "Ya quisieran, gordas", les dice, "pero soy demasiado para ustedes".



Alguien me jala la filipina. Es un estiramiento hacia abajo, y el frenético movimiento me dice que es Karla: "¡Mi querido, adorado y hermoso Cruz Azul va ganando!" grita. Meto la mano en mi bolsillo y encuentro lo que busco. "Toma, pequeña" le digo, mientras le entrego una paleta Tutsi-Pop. "¡Pequeño!" dice. Me suelta y se va, sentándose junto a Lorena, quien ahora está, también, golpeando a Corro por abusivo.



"Ahora si me voy a poner bien mamey". Ése es Iván.

"Si mi amor". Ésa es Mili.

"En serio, me voy a poner como Bill Clinton..." dice Iván y todos los que estamos cerca de él volteamos a verlo, "...si, todo mamado" concluye. Una carcajada cruza el ambiente, y la risa es tan fuerte y ruidosa que por un instante dejo de sentirlos, pero el momento pasa y la sensación regresa aún más intensa.



Mau estra al salón. Tiene un libro en la mano y está escuchando su iPod. El libro es enorme, pero en su manota parece un libro de bolsillo. Lorena se acerca a Mau y él se quita los audífonos. "¿Qué libro es?", pregunta. "El Conde de Montecristo" responde Mau. "Es uno de mis favoritos" dice ella.



Paty entra al salón. La jefa de grupo se para delante de todos y dice: "Hablé con el doctor, hoy no va a haber clase".



"¿A dónde quieres ir a desayunar, gorda?" pregunta Heriberto, mientras se levanta y se coloca la mochila en la espalda. "No sé, lo que ustedes quieran" responde Mariana. "¡Ay, gorda!" exclaman Mau y Heri de inmediato y comienzan a discutir con Mariana. "Es en serio, lo que ustedes quieran".

"¿Entonces no va a haber clase?" pregunta Miguel Ángel. Como siempre, hay que confirmarle dos o tres veces. Luis Miguel está atrás de él, platicando con Roberto. "A ver, ¿qué parte de hoy no va a haber clase no entendiste" pregunta Lucía. "Bueno, pero no te enojes" responde Miguel Ángel, mientras ríe.

"Échale ganas" le dice Lucía a Miguel Ángel mientras salen del salón.

Por el pasillo va caminando Indira. Lorena va a su lado. "Vamos a desayunar" dice Lore. Indira se voltea hacia Mony y Karla, "las esperamos en la explanada" dice. Lucy y Janet no escucharon porque fueron al baño.
Mili, Iván, Heri, Mariana, Mau y yo tomamos el pasillo opuesto.
Roberto se dirige a la biblioteca. Los Migueles lo acompañan, bromeando con él y él respondiendo. Abre la puerta de la biblioteca y se pierde a través de la puerta de cristal, fuera del alcance de mi memoria.
Los bordes comienzan a desaparecer. Ya no escucho las voces tan nítidas como antes.
"Entonces, ¿adónde vamos?" pregunta Mili.
No puedo oir la respuesta.
Corro se aleja por el pasillo, solo, por el momento. Su imagen cae de un borde invisible, y su silueta de delinea en un contorno negro, que empieza a ocupar todo el espacio mientras la imagen se hace más pequeña, alejándose.
"¡Gordas...explanada...Pato..." grita alguien, ¿Lore?, ¿Yida?
"No sé..."

La oscuridad cubre todo. Al final sólo escucho una risa, apagada, lejana, y luego, hasta ésa única risa desaparece.

Los quiero, chicos. A todos.