Cuarta entrada: Afuera del Acuario

"Tuve momentos de profunda soledad
y ahora no lo creo
y junto a ti me encuentro;
desesperado, estuve a punto de caer
y apareciste un día, llegando hasta mi vida
y te soñé"
Aleks Syntek - Te soñé

Hace unos días al fin conocí a Zabdy. Bueno, la vi a lo lejos. Estaba con Mau, ambos sentados a las afueras del Acuario, contemplando la noche sobre el puerto. Estaban tomados de la mano, platicando. Jamás vi a Mau tan en paz. Tan feliz. Y la luz en los ojos de Zabdy me reveló que ella también era feliz.

No sé acerca de qué platicaban, pero debió de haber sido la conversación de los enamorados: esa conversación que se ha repetido miles y miles de veces a lo largo de los siglos y que, sin embargo, sigue siendo una novedad para aquellos que participan en ella. Una conversación llena de "te quiero" y "eres hermosa". Una plática cuyos silencios nunca son incómodos, sino agradables. Un instante que transcurre a la vez como horas, y como nada.

De fondo, como algún episodio de televisión, una música suave, que provenía de todos lados al mismo tiempo. Una cacofonía que encerraba todos los suspiros de los amantes y los versos de los poetas. La música los rodeaba, allí, a las afueras del Acuario, mientras el aire se llenaba de la energía proveniente de sus corazones. Se besaron, y por un momento, sólo por un momento, sus corazones se detuvieron, deteniendo al mundo entero.

Arriba, la luna parecía sonreir.

La verdad envidio a Mauricio. Y no es para menos. En este mundo tan lleno de fealdad, donde la gente vive por vivir y donde la felicidad está en lo material, donde nadie se atreve a ser sí mismo y donde los sentimientos están subestimados, Mau encontró el amor. El primer verdadero amor. El que es correspondido.

Mau no mintió en su descripción de Zabdy. Es hermosa. Brilla. Zabdy es el faro en la oscuridad de Mau y Mau es el espejo que refleja el brillo de Zabdy. Ambos iluminaron la noche con su amor.
Aunque sólo pude admirarlos de lejos. Debí mantenerme alejado de los enamorados, para evitar romper el hechizo que los envolvía y los separaba del resto del mundo.

1 Response to "Cuarta entrada: Afuera del Acuario"

  1. “Le pedimos al amor que nos dé un pedazo de vida verdadera, de muerte verdadera. No le pedimos la felicidad, ni el reposo, sino un instante de vida plena en la que se fundan los contrarios y vida y muerte, tiempo y eternidad, pacten.” Octavio Paz. Vive tu vida Mau, vive tu amor, vive a Zabdy; amigo mío, el amor es el sentido mismo de la vida.

    Y para Zabdy; cuida a nuestro amigo Mau, ama al GORDETE QUIQUI. jijiji