172.10 Miracleman, por Alan Moore



En 1954, de la editorial L. Miller & Son y como la respuesta inglesa al norteamericano Captain Marvel (Shazam) de Fawcett Cómics, surgiría Marvelman, de la mano de Mick Anglo. Las "sutiles coincidencias" no podían ser más obvias: en vez de ser un mago el que le diera los poderes a Mike Moran, fue un astrofísico, Guntag Barghelm, quien le dio a Moran la palabra secreta "Kimota" (Atomic, al revés) para que accediera a su poderoso alter ego. Con poderes similares a los de Captain Marvel, también le fue otrogada una superfamilia: Young Miracleman, Kid Miracleman, Miracledog y hasta una Miraclewoman.

Conocemos como eran las historias de Marvelman desde su creación hasta su número final, en 1963. Inocentes, plagadas de la falta de profundidad característica de la época, positiva, enfocadas a los niños y jóvenes. Sin embargo, en 1983 algo muy malo le pasó a Marvelman: fue tomado como proyecto por Alan Moore. Digo malo para el personaje; para el resto del mundo una obra de arte estaba a punto de desvelarse.

Alan Moore comenzó a publicar en blanco y negro "Warrior", un cómic más maduro con Marvelman como personaje principal. Cuando Marvel Comics objetó el nombre, éste fue cambiado por Miracleman, y los cómics de Moore fueron reimpresos, coloreados y vueltos a distribuir ahora con éste nombre.

La época de Moore para Miracleman es una tirada de 11 números, historia autocontenida, pero que da pie a posibles continuaciones (esto viene más adelante, de la mano de Neil Gaiman, pero no es motivo de éste post). En estos números vemos el regreso de Miracleman de los años 60´s, cuando su anfitrión humano (un envejecido Mike Moran que sufre migrañas, tiene sueños extraños y está desempleado) es víctima del terrorismo. En plena toma de rehenes lee la palabra "Atomic" al revés y recuerda pronunciar su fórmula mágica: Miracleman vuelve a vivir, y salva el día.

A partir de éste número viene la épica y devastadora tragedia de Miracleman: como héroe griego se ve en serias dificultades: mientras Mike Moran se ve comparado con el perfecto Miracleman, el héroe, sin proponérselo, destruye su matrimonio y su vida. Kid Miracleman (Johhny Bates) no murió como el héroe creía, aunque tampoco resulta tan amigable. El Dr. Gargunza se revela como el padre de Miracleman, entidades cósmicas le revelan parte de su origen y su Némesis regresa para cobrar venganza. Las altas y bajas de Miracleman, además de cada giro en la historia y lo impactante de cada número (el número 7 será recordado por la impresionante secuencia del parto de Winter) vuelven a Miracleman la mejor obra de Moore, incluso mejor, dicen algunos, que Watchmen.

El número final, si bien se considera "un final feliz" es sumamente polémico: ¿hasta donde un superhombre (un Superman) debe llegar para asegurar la paz y prosperidad de la Tierra?, ¿debe erigirse dictador del nuevo mundo, o permanecer a un lado mientras los humanos resuelven sus humanos problemas?, ¿es viable la utopía, o es una distopía disfrazada de libre albedrío?

Miracleman, en su etapa de Alan Moore, es una lectura obligada. El tratamiento del superhéroe, la destrucción (los más avezados dirán deconstrucción) del mito del superhombre viñeta tras viñeta es escuela para cada fan de cómics de superhéroes. Una moderna tragedia griega, con Dioses, Titanes, semidioses y mortales en este Olimpo de tinta.

Sin más, les dejo los links de Megaupload. Aviso que la obra completa la encontré dividida en 3 partes. Originalmente leí por separado los 11 números, cortesía de William Saints, pero no los encontré así ahora que los busqué, si no todos unidos. Lamento las molestias.

Miracleman - Primer Libro
Miracleman - Segundo Libro
Miracleman - Tercer Libro

Un Humbertcricio Atómico, leído al revés.


0 Response to "172.10 Miracleman, por Alan Moore"