O "Silencio en el Lago", como fue traducida en México, por donde pasó sin pena ni gloria.
La primera vez que escuché de ésta película fue en el Show de Densho, donde el mismo Densho afirmaba que contenía todos los elementos de una película de terror, pero en vez de que los protagonistas sean atormentados por un gigante con un cuchillo eran perseguidos por un grupo de chicos.
También decía que no tenía mensaje de nada.
La primera percepción es correcta, y difiero en la segunda. El mensaje en Eden Lake es claro, y más después de ver el final de la misma.
Steve y Jenny son una jóven pareja que decide pasar un fin de semana romántico en el Lago Eden. Metidos en su mundo particular, se sienten incómodos cuando el grupo de adolescentes locales, la bandita del lugar, decide pasar el día en el mismo lago. Al principio el intercambio, aunque poco amigable, parece zanjar las cosas, hasta que los adolescentes le juegan una broma pesada a la pareja. De ahí, las cosas se desmadran.
La película trata de dos temas importantes (dejando de lado el tema de nunca ir a acampar a un sitio desconocido donde se ve que no eres bien recibido): la falta de educación de parte de los padres a los hijos y la presión de los amigos en los grupos de los adolescentes, todo esto representado por Brett, líder de la pandilla y el que mantenía la tensión entre ellos y la pareja.
Brett es el asesino serial en potencia (más bien en sus inicios), cruel, despiadado con amigos y enemigos, capaz de mantenerse despierto toda la noche persiguiendo a su presa. Y uno se da cuenta, por la breve relación que aparece en la pantalla entre padre e hijo, de dónde viene. El resto de la pandilla son sumisos, borregos y presionables. También, en un sólo diálogo al final, te muestran de dónde vienen. Este es el mensaje principal de la película, y uno de los motivos para verla.
Como toda película de "terror" el destino juega de forma cruel: el auto choca, uno de los protagonistas pisa un clavo enorme, el carro de ayuda resulta ser del hermano mayor de uno de los de la pandilla y demás situaciones cliché y desafortunadas. Estar en el lugar equivocado el día equivocado, vaya.
En cuanto a la realización, obviamente ésta producción inglesa no se ve al mismo nivel que sus contrapartes americanas. Las actuaciones de los adultos están bien, a secas. Las actores juveniles se ven desorientados, ligeramente drogados y cansados, lo cual concuerda con la realidad.
La recomiendo, pero si esperan gore, crueldad, mucho derramamiento de sangre, desnudos y chicas bonitas corriendo en ropa interior, se desilusionarán. El mensaje, tómenlo o déjenlo, pero ahí está y si puede hacer reflexionar.
Un Humbertcricio que huele a espíritu adolescente.
La primera vez que escuché de ésta película fue en el Show de Densho, donde el mismo Densho afirmaba que contenía todos los elementos de una película de terror, pero en vez de que los protagonistas sean atormentados por un gigante con un cuchillo eran perseguidos por un grupo de chicos.
También decía que no tenía mensaje de nada.
La primera percepción es correcta, y difiero en la segunda. El mensaje en Eden Lake es claro, y más después de ver el final de la misma.
Steve y Jenny son una jóven pareja que decide pasar un fin de semana romántico en el Lago Eden. Metidos en su mundo particular, se sienten incómodos cuando el grupo de adolescentes locales, la bandita del lugar, decide pasar el día en el mismo lago. Al principio el intercambio, aunque poco amigable, parece zanjar las cosas, hasta que los adolescentes le juegan una broma pesada a la pareja. De ahí, las cosas se desmadran.
La película trata de dos temas importantes (dejando de lado el tema de nunca ir a acampar a un sitio desconocido donde se ve que no eres bien recibido): la falta de educación de parte de los padres a los hijos y la presión de los amigos en los grupos de los adolescentes, todo esto representado por Brett, líder de la pandilla y el que mantenía la tensión entre ellos y la pareja.
Brett es el asesino serial en potencia (más bien en sus inicios), cruel, despiadado con amigos y enemigos, capaz de mantenerse despierto toda la noche persiguiendo a su presa. Y uno se da cuenta, por la breve relación que aparece en la pantalla entre padre e hijo, de dónde viene. El resto de la pandilla son sumisos, borregos y presionables. También, en un sólo diálogo al final, te muestran de dónde vienen. Este es el mensaje principal de la película, y uno de los motivos para verla.
Como toda película de "terror" el destino juega de forma cruel: el auto choca, uno de los protagonistas pisa un clavo enorme, el carro de ayuda resulta ser del hermano mayor de uno de los de la pandilla y demás situaciones cliché y desafortunadas. Estar en el lugar equivocado el día equivocado, vaya.
En cuanto a la realización, obviamente ésta producción inglesa no se ve al mismo nivel que sus contrapartes americanas. Las actuaciones de los adultos están bien, a secas. Las actores juveniles se ven desorientados, ligeramente drogados y cansados, lo cual concuerda con la realidad.
La recomiendo, pero si esperan gore, crueldad, mucho derramamiento de sangre, desnudos y chicas bonitas corriendo en ropa interior, se desilusionarán. El mensaje, tómenlo o déjenlo, pero ahí está y si puede hacer reflexionar.
Un Humbertcricio que huele a espíritu adolescente.
Es de esas que solo pueden verse una vez.
Yo acabé queriendo moler a madrazos a Brett, grandísimo imbécil y además hijoputa...
Desafortunadamente gente así existe.
Haplo
9 de abril de 2010, 15:16