171.14 Cinco perros contra uno

¿Recuerdan a Dusty, aquél gato que era golpeado por "Timmy", su dueño, en la regadera y que desencadenó una ola de manifestaciones en contra del maltrato a los animales?

Cuando reseñé Eden Lake mencioné que la película contenía un mensaje: la falta de valores morales con la que se están educando las nuevas generaciones, generaciones que creen que se tienen todo merecido y ganado por el simple hecho de estar vivos, que creen que nada se consigue con trabajo duro y que son los demás los que se tienen que joder. Los padres son los principales partícipes de esto. No la escuela, no el gobierno, si no la familia. La célula de la sociedad, y cuando una célula es cancerígena, el organismo está fregado.

Estos tres animales de Tepic consideraron una gran hazaña aporrear a un perro hasta matarlo, utilizando a dos pitbulls para su fin. Cinco perros en contra de uno. Cuando los pitbulls acabaron, lo golpean con maderos, con cadenas, lo azotan jalándolo de la cola. Se ríen. "No mames goei, en la cabeza", dice uno de ellos. (Video que puede ser ofensivo para algunas personas, lo tomo de aquí)



Acto seguido, y como muestra de la descerebración de nuestros jóvenes, estos idiotitas suben el video. A Facebook. Y se ponen a alardear de su hazaña. Claro que no tardaron no sólo en identificarlos, si no que ahora aparecen los nombres, direcciones y hasta salón del CONALEP donde asisten.
Al parecer, fueron "condenados" a pagar una multa de cerca de 400 pesos. Creo que el dueño del perro aún no ha aparecido. Las hordas de defensores de los animales surgieron, rasgándose las vestiduras por no existir penas más severas contra estos delincuentes. Otros más, desearon que les pasara lo mismo, y hasta hubo quien abogó por la pena de muerte y/o linchamiento. Aún otros se compadecieron de los "pobres inocentes", víctimas del abandono y la soledad, que merecen atención "psicológica" porque se ve que "están dañados".

Fuera del caso evidente de estupidez de los jóvenes al subir el video (vamos, tortura animal sucede todos los días en los lugares donde venden perros y las perreras gubernamentales, plazas de toros, pollerías y lo que ustedes quieran, que nos hagamos los ciegos es otra cosa) fueron estos comentarios los que me pusieron a pensar en varias cosas.
- Los padres y vecinos. En el video están en casa de uno de los chamacos. Se oyen los aullidos del animal y los gritos de los perros. En ningún momento sale algún padre. ¿Trabajando?, muy posiblemente. A como están las cosas, el trabajo viene de parte de ambos pilares. ¿Los vecinos no oyeron nada? A lo mejor si, a lo mejor no. A lo mejor no les importa meterse en problemas.
-¿Qué tan estúpido hay que ser para vanagloriarse de un acto de salvajismo?, ¿lo han hecho antes?, ¿sus compañeros los apluden?
-400 pesos por matar a un perro. ¿Justo o injusto?, ¿se castiga por el hecho de matarlo o por torturarlo?
-¿Matar o agredir a los jóvenes? Lo siento, señores. Entiendo el enojo y las frustación que los amantes de los animales sienten, pero, ¿no se les hace incongruente comparar animales con personas?, ¿no sienten que se denigran como humanos?, ¿no sienten que denigran a los animales? Allá afuera hay gente muriendo por la "guerra contra el narco", de hambre, por balas perdidas. Hay mujeres embarazadas por sus padrastros a las que no quieren dejar abortar, a pesar de que es un atentado en contra de su vida. ¿Claman a los cuatro vientos que estos "asesinos y criminales" merecen la pena máxima por matar a un perro pero se quedan de brazos cruzados cuando aparecen personas descuartizadas cada día?
-¿Ayuda psicológica? Lo que estos necesitaban de pequeños era una tunda, bien provista de parte de sus padres. Ya están muy grandecitos como para saber lo que hacen. Si sólo hay una multa, pues ni modo, a modificar las leyes. Si se modifica la ley y se les quiere mandar a la cárcel, adelante. Si alguien los quiere golpear, pues ni modo, también serán víctimas de un crimen.

Siento pena por estos cinco. A los pitbulls por ser mascotas de quiénes son. A los otros tres por lo que hicieron. La sociedad debe tener la última palabra respecto a lo que permite y no permite. Pero que la sociedad recuerde de dónde vienen este tipo de jóvenes. Estos delincuentes. Estos idiotas.

Yo no pondré el supuesto nombre de estos tipos. Los remito con El Falso Profeta, quién no tiene tantos tapujos como yo. Ahí encontrarán más información.