Muere una niña pequeña, y el Procurador aparentemente se le olvida revisar en el escondite de los niños por excelencia: debajo de la cama. Mientras el pueblo clama por los padres (sobre todo por la aparentemente insensible madre), la cadena legal apunta que se va a romper por el eslabón más débil (el que tiene menos dinero: las nanas. El circo mediático, por su parte, pasa todos los días, a todas horas, por semanas, cualquier noticia del caso, desde el asesino Harry Potter hasta el ninja que regresó el cuerpo al cuarto. Cuando "the shit hits the fan", se guarda un silencio sepulcral, y se va por la teoría menos aceptada por la gente: muerte accidental.
Una mal llevada investigación en un caso mediático, donde muchos se preguntarán si la justicia fue servida. Nunca lo sabremos.
Pero hace un año murieron 49 niños, víctimas del nepotismo imperante en el país. Resulta que los responsables de éstas muertes son familiares de alguien. Más de un año y la justicia sigue sin ser expedida. Porque dos millones de pesos puede ser el precio de la "justicia" mexicana. Ni aún con el grito de los familiares y simpatizantes logran entablar diálogo con el Presidente.
Cuando 3 chicos, de inteligencia dudable, torturan y matan a un perro y suben el video el país se indigna. Cuando se descubre que la pena es de 380 pesos, el país arde en ira. Exigen penas más fuertes, exigen castración, venganza y muerte contra los jóvenes. El mismo país que aplaude las corridas de toros. Vivo, a ése perro nadie lo cuidó, ni lo alimentó, ni le dio un hogar. Convertido en mártir, ha sido un ejemplo. ¿Ejemplo de qué?, no sé, porque todavía existen miles de perros sin hogar, maltratados, hambrientos y sin operar. Pero así opera la justicia post-mortem en el país.
El inverosímil caso de dos mujeres indígenas que secuestraron a agentes de policía demostró ser un circo. Tres años en la cárcel, en un caso lleno de datos falsos, pruebas falsas. Se les administró una falsa justicia. Un "usted disculpe" que resuelve todo. La verdadera justicia llegará cuando a Alberta y Terese se les otorgue una indemnización por haber servido de chivo expiatorio al ineficiente sistema mexicano.
Cuando Arizona proclama una ley aparentemente racista que criminilizará a la gente de acuerdo a su apariencia, el Gobierno Mexicano se desgarra las vestiduras. Para el Gobierno es mejor defender los intereses de los inmigrantes en Estados Unidos que preocuparse por generar trabajos aquí para que la gente no se tenga que ir. El gringo discrimina al que es diferente. El mexicano es peor: discrimina a sus semejantes. Y de peor forma, según Amnistía Internacional.
Ahí quedaron las vestiduras desgarradas: joder a los demás, pero que no nos jodan a nosotros.
Justicia a la Mexicana, en sus diferentes presentaciones. Y estas sólo son la historias que conocemos.
Una mal llevada investigación en un caso mediático, donde muchos se preguntarán si la justicia fue servida. Nunca lo sabremos.
Pero hace un año murieron 49 niños, víctimas del nepotismo imperante en el país. Resulta que los responsables de éstas muertes son familiares de alguien. Más de un año y la justicia sigue sin ser expedida. Porque dos millones de pesos puede ser el precio de la "justicia" mexicana. Ni aún con el grito de los familiares y simpatizantes logran entablar diálogo con el Presidente.
Cuando 3 chicos, de inteligencia dudable, torturan y matan a un perro y suben el video el país se indigna. Cuando se descubre que la pena es de 380 pesos, el país arde en ira. Exigen penas más fuertes, exigen castración, venganza y muerte contra los jóvenes. El mismo país que aplaude las corridas de toros. Vivo, a ése perro nadie lo cuidó, ni lo alimentó, ni le dio un hogar. Convertido en mártir, ha sido un ejemplo. ¿Ejemplo de qué?, no sé, porque todavía existen miles de perros sin hogar, maltratados, hambrientos y sin operar. Pero así opera la justicia post-mortem en el país.
El inverosímil caso de dos mujeres indígenas que secuestraron a agentes de policía demostró ser un circo. Tres años en la cárcel, en un caso lleno de datos falsos, pruebas falsas. Se les administró una falsa justicia. Un "usted disculpe" que resuelve todo. La verdadera justicia llegará cuando a Alberta y Terese se les otorgue una indemnización por haber servido de chivo expiatorio al ineficiente sistema mexicano.
Cuando Arizona proclama una ley aparentemente racista que criminilizará a la gente de acuerdo a su apariencia, el Gobierno Mexicano se desgarra las vestiduras. Para el Gobierno es mejor defender los intereses de los inmigrantes en Estados Unidos que preocuparse por generar trabajos aquí para que la gente no se tenga que ir. El gringo discrimina al que es diferente. El mexicano es peor: discrimina a sus semejantes. Y de peor forma, según Amnistía Internacional.
Ahí quedaron las vestiduras desgarradas: joder a los demás, pero que no nos jodan a nosotros.
Justicia a la Mexicana, en sus diferentes presentaciones. Y estas sólo son la historias que conocemos.
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