112.6 Acerca del altar de día de muertos: Abuela Loreta

Nunca fuimos de celebrar el día de Muertos con altar, pan de muerto y chocolate. Tampoco fuimos mucho de ir de casa en casa en Halloween pidiendo dulces (al final de cuentas, hijos de marino, no confiábamos en nuestros vecinos lo suficiente como para salir de la colonia de la Armada a pedir dulces a extraños). A la fecha yo mismo no soy de ir a fiestas de disfraces o a celebrar el día de muertos al panteón. No celebro a la Muerte, vivo rodeado por ella.

Pero ahora que la Abuela (así, con mayúsculas) se fue, cada año, desde hace cinco años, adornamos una pequeña mesa en la esquina de la sala, ponemos unas cuantas frutas, un pocillo con chocolate, un pequeño pan y una foto de la Abuela. También recordamos a las dos hijas que se le fueron antes, mi tía Ruth y mi tía Catita, fallecidas mucho antes de que yo fuera incluso una idea dentro de otra idea dentro de una célula de mis padres.

No creo que los muertos en verdad vengan de donde sea que estén. No creo que se acerquen a sus antiguos hogares por las noches a comer lo que les hemos dejado. No creo siquiera que nos visiten, pero es agradable pensar que, por lo menos dos noches al año, uno tiene la oportunidad de estar nuevamente con los que se nos adelantaron, y sin ningún prejuicio, hablar directamente con ellos, con la esperanza de que nos escuchan y hasta nos pueden contestar. Por eso me gusta el Altar que está en la sala de mi casa. Me permite volver a hablar con la Abuela, volver a reírme con ella, escuchar sus consejos (que mucho me han servido, aunque en su momento no los aprecié), y ¿porqué no?, pedirle que no venga a jalarme las patas como siempre amenazó que haría cuando muriera.

Es agradable sentir que hay algo más allá de todo esto, y que, de una u otra forma, podremos regresar a los nuestros y estar con ellos otra vez.

2 Response to "112.6 Acerca del altar de día de muertos: Abuela Loreta"

  1. Hola Humbert. Este es tu ex-director del Pahtli que te habla desde el más allá (ó el D.F. que no dista mucho). Primero: Mala onda que no avisaras sobre tu blog, no importa, desde el más allá lo encontré. Segundo: Excelente idea del blog, espero estemos más en contacto por aquí. Tercero: Me parece que los altares no los ponemos para los muertos, son para nosotros mismos, para que nos despierten la esperanza e ilusión de recordar y ser recordados cuando estemos en las mismas.
    Saludos y espero verte pronto iré para allá a mediados de Noviembre, espero tengas tiempo para un café

  2. Claro, sólo deja instrucciones claras de cómo invocarte y podremos irnos a tomar ése café...

    Caray, el más allá no es cómo lo pensaba...