150 Ah, claro, si lo dice Felipe Calderón...

Sorpresa, tenemos un idiota por presidente. Ergo, un verdadero cruzado, ya que combate al narcotráfico al más puro estilo medieval para librar a la "corrupta juventud".

Lejos de sorprenderme, cada vez me doy cuenta de hasta dónde se infiltran las ideas religiosas en el pensamiento "moderno" de nuestro país. No es sorpresa tampoco enterarnos que a Calderón y parte de su gabinete los relacionan con el ultraderechista Yunque y demás asociaciones religiosos. La sorpresa es saber que la figura del Ejecutivo, nuestro Presidente, no conserva la neutralidad que debería ser su sello personal, para en verdad poder representar a todos los sectores de la sociedad. Ahora resulta, como siempre, que ser ateo es igual a ser un vil y depravado, pervertido, drogadicto y esclavo del narco.

¿Qué puedo decir?, me voy a adelantar a mi época y voy a votar para que un obispo sea presidente de México, que poco nos falta.

Lo vi por primera vez en Temple of Pain