142.6 El mito del cubrebocas

Llego bastante tarde con esta entrada en particular, pero por falta de tiempo no pude escribirla hasta el día de hoy.

Una de las más alarmante señales de la paranoia influenciada por la influenza (si se me permite el juego de palabras) es el uso del dichoso cubrebocas (llamado tapabocas por los conductores de la caja idiota que recomiendan su uso). El cubrebocas es una aditamento bastante sencillo pero sumamente socorrido en la práctica médica, ya que se encuentra entre uno de los tantos elementos de seguridad que deben utilizar médicos, enfermeras, pacientes y en algunos casos familiares de pacientes hospitalizados. Éstos objetos son tan necesitados que más de una cirugía se ha retrasado por falta de cubrebocas hasta que se puede conseguir el abasto suficiente para los que van a ingresar a quirófano. ¿Todo claro hasta ahora? Ok.

En mi última pelea en el Facebook, una señorita recriminaba a un amigo mío por expresar su repudio por aquellos que utilizan el cubrebocas en estos días de contingencia. Cuando le contesté diciéndole que los cubrebocas no servían, me lanzó el sermón de "que los médicos y dentistas los utilizan para protegerse". Craso y común error, no la culpo. Verán, el cubrebocas rara vez sirve para proteger a un médico de los pacientes enfermos: si bien un cubrebocas bien utilizado es una barrera medianamente efectiva en contra de fluídos y algunos gases que pudieran poner en peligro la salud de los doctores, la verdad es que se utiliza para proteger a los pacientes de los médicos. El contacto con gente inmunocomprometida nos obliga a restringir la entrada de patógenos al entorno de ésos pacientes. En las visitas diarias se debe de utilizar cubrebocas cuando se va de cama en cama, ya que el contacto de nuestra saliva con un paciente enfermo puede ser el final para dicho paciente. El paciente se encuentra sentado o acostado, y es más posible que gotas de nuestra saliva bajen hacia él que las gotas de saliva del paciente suban hasta el médico. Para eso es el cubrebocas en las visitas.

En las curaciones (deber de todo buen interno) el cubrebocas se utiliza para no reinfectar las heridas con nuestra saliva, y para disminuir un poco el olor de algunos pies diabéticos o heridas infectadas y para detener a medias cualquier fluido que pudiera salpicar, como sangre o pus.

En quirófano es el mismo caso de las visitas. El cirujano debe de tener comunicación con todo el equipo, y para impedir que nuestra saliva llegue hasta la herida quirurgica y órganos internos, pues se debe utilizar el cubrebocas.

A muy grandes rasgos un pequeño resumen del uso del cubrebocas, por lo menos el quirúrgico, el azul que se amarra con tiritas de plásticos blancas por detrás de la cabeza. ¿Vamos bien? Ok.

Vayamos al punto de la influenza. Desde que se lanzaron las recomendaciones hubo algo que llamó muchísimo mi atención: dentro de los boletines de la Secretaria de Salud, comerciales de alerta y toda información entregada al principio sobre el tema en ningún momento se hablaba del cubrebocas ni de su uso. Fue la televisión (y en especial los conductores de programas de interés general que obviamente no son doctores) los que empezaron a mencionarlos. Cuando le preguntaban a los expertos (sobre todo infectólogos) si se debía usar o no el cubrebocas, los doctores dejaban transcurrir unos segundos de duda antes de responder un "se puede usar" aunque siempre enfatizaban que era (y es) más importante el lavado de manos que el uso del cubrebocas y uno que otro incluso mencionó que los cubrebocas no servían ya que estamos ante un virus cuya vía de transmisión no es aérea. Pero la televisión y el vulgo continuó insistiendo. Que si ya no los vendían. Que si servía cualquier modelo. Que si se podían hacer en casa. Que los estaban acaparando. En fin, la gente se aferró a lo que creían (en contra de las opiniones de EXPERTOS en la materia) era un medio eficaz para detener la influenza.
El Gobierno, ni tardo ni perezoso, ideó (¡vaya ideota!) el distribuir y dotar de subrebocas a una población que los pedían a gritos. Las imágenes de soldados y policías repartiendo cubrebocas rondan mi mente mientras escribo éstas palabras. Se estableció el incluso volverlos parte de un "kit anti-influenza" que iban a repartir en el Metro del DF. Y todo el mundo contento con su cubrebocas. Hasta alabaron a aquellos que diseñaron el suyo y alentaron a las personas a crear sus propios modelos. Así, la gente tenía su cubrebocas y pues no se iban a enfermar. O eso creían.

Hasta aquí me surgen varios puntos que no hacen nada más que demostrar la poca cultura de la Salud que se tiene en nuestro país, un tema que tocaré profundamente en éstos días.

1.- La gente que tiene cubrebocas NO sabe usarlo. El cubrebocas no debe tocarse, sólo para colcocárselo. Una vez que se coloca, no se debe mover ni tocar jamás. No se mueve para tomar líquidos, no se mueve para hablar, no se toca para rascarse y lo más importante: NO SE PONE EN EL CUELLO O SOBRE LA CABEZA. En el momento en que el cubrebocas es tocado con las manos sucias, el cuello, el cabello, la gorra o lo que sea queda contaminado de cualquier germén con el que esté en contacto. Se vuelve inútil. Se le termina la poquísima efectividad que pudiera tener.

2.- El cubrebocas se debe cambiar en período de horas. Se llena de sudor, saliva, grasa facial; es decir, todo un caldo de cultivo para microorganismo, además de que la barrera en sí queda abatida por la calida del material. Si no se cambia seguido (y estoy seguro muy pocos lo cambiaron seguido) el cubrebocas es inútil.

3.- Como me respondió la señorita que menciono arriba, el cubrebocas es usado por médicos y dentistas (y enfermeras y demás miembros de Sector Salud) para proteger a los pacientes. Repito: MÉDICOS Y DEMÁS MIEMBROS DE SECTOR SALUD. Esto se debe a la CANTIDAD de pacientes que tienen que ver al día y a las actividades relacionadas con éstos pacientes, así que a menos que estés en un HOSPITAL tratando con gente enferma, ¿para qué usas cubrebocas?

4.- Son un recurso físico y económico de vital importancia en hospitales, clínicas, unidades médicas y demás áreas destinadas a la SALUD (y/o preparación de alimentos). Cada cubrebocas tiene un costo, además de que la distribución debe quedar asegurada en las áreas más importantes de hospitales, clínicas y unidades de salud. Las compras a lo estúpido de cubrebocas provocaron un desabasto enorme, dificultando la adquisición para personas que realmente deben ocuparlos. Indirectamente y directamente todos los que trabajamos en área salud nos vimos afectados por ésto. En mi caso en particular tuvo que dar la mitad de mis cubrebocas de mi unidad médica para regresarlos (¿adónde? no sé) pero estoy seguro que fue para cubrir la demanda de la población CIVIL que se quejaba de la falta de aditamentos. Ésto, combinado con la paranoia provocada por el virus en mi comunidad provocaron que me quedara sin cubrebocas en mi unidad. Me quedan dos. El problema es que yo sí los debo utilizar porque realizo curaciones, tomo muestras, realizo procedimientos y demás actividades de riesgo (más para mis pacientes que para mí), en los cuales tengo que usar cubrebocas. Y ahora, debido al desabasto, pues me fregué, y a ver cuando me llegan. Y estoy seguro que así como yo la historia se repite. Gracias.

5.- Quedé muy satisfecho al enterarme de la nota de El País, donde la Secretería de Salud afirma que nadie en dicha Secretaría usa mascarillas (ni cubrebocas). ¿Porqué?, porque no sirve de nada. La nota aquí. Un extracto:

¿Por qué no llevan ustedes mascarillas? "Porque la porosidad que tienen permiten fácilmente el paso de las partículas, y porque además es muy poco viable que el virus pueda transmitirse por el aire sin estar en contacto con ninguna superficie". Y entonces -la siguiente pregunta también es obvia-, ¿por qué han repartido millones de mascarillas? "Bueno, es más una demanda de la población. La gente se siente más segura llevándolas, más tranquila, y no les hace ningún daño".


6.- Algunas personas, como el Gobernador del Estado de Veracruz o el Jefe de Gobierno del DF, se han levantado el cuello al otorgar miles de cubrebocas a la población en general. "Sólo para mantenerlos tranquilos". Mientras, que las personas que sí los utilizan se jodan, hasta que haya reabastecimiento.

A grosso modo estos son algunos pensamientos acerca del uso de cubrebocas en la contingencia. Pueden decir que la gente tiene derecho a usar lo que quieran, que si los hace sentir seguros, que no son dañinos, etc...Digan lo que quieran. Los cubrebocas no deberían ser de uso común para la población civil bajo un falso sentimiento de seguridad. A la gente a educarla, no a darle por su lado, porque los afectados existen y ven entorpecidas sus labores.

Para terminar, gracias a Niobe y a Olivier in crap por sus notas. Gracias por su granito de arena deteniendo este absurdo.

2 Response to "142.6 El mito del cubrebocas"

  1. Sí exacto, los cubrebocas solo le sirven a la población para protegerlos de su paranoia y su estres provocado no solo por los medios de comunicación, sino por el resto de la gente que exagera lo que escucha y lo difunde como si supieran mas del tema que el personal de salud.

    Y sí tambien yo me vi afectada por la escases de cubrebocas, ya que como odontologa es obliogatorio el uso de un cubrebocas por paciente para protegerlos de mi y protegerme un poco del pesimo olor de las bocas descuidadas y no es queja me gusta mi trabajo, pero ninguno de los depositos en donde compro material tiene cubrebocas gracias a la histeria colectiva.

  2. Yo odio usar esas mugres, pero bueno, trabajando en la elaboración de alimentos tengo que portarlos para no infectar comida al hablar, aunque en mi caso la universidad nos los regala.

    ¿Podria ser que los medios utilizan el cubrebocas para lograr un efecto placebo?