146.4 El Registro de los Celulares, ¿invasión a la privacidad amparada por la ley?

El pasado 11 de abril comenzó el año de plazo para registrar nuestros teléfonos móviles. La idea, según el Congreso de la Unión, es darle armas a la policía para detener extorsionadores, secuestradores y demás delincuentes que se valen de la telefonía celular para realizar sus fechorías.

Aunque aparentemente es buena idea, ya comenzó en la Web, también desde el once de abril, el movimiento para evitar el registro (caray, Civil War, me suena, me suena...), ya que se considera dicho registro como un acto de violación a la privacidad, además de que estaremos entregando voluntariamente nuestros datos a un gobierno incapaz de garantizarnos que serán utilizados de forma debida o siquiera que estarán seguros en sus manos. Para los dirigentes corruptos y relaiconados con las bandas delictivas podría ser demasiado sencillo tener el registro de llamadas, de cantidad de dinero abonado, de contactos y además nuestro nombre y dirección y entregárselo a sus asociados.
Inclusive Telcel advierte que, al momento de registrar, la información podría pasar por demasiadas manos antes de quedar asentada definitivamente en el directorio.

El golpe de gracia para aquellas personas que dudan (y con bastante razón) del gobierno, es que la ley estipula que aquellos que no estén registrados, perderán su número.

A mi me parece antidemocrática esta última medida, y me deja bastante en claro que las compañías de teléfonos celulares deberían tener la autonomía suficiente para evitar ésta medida, ya que después de todo, son compañías privadas (y fue el mismo gobierno el que les otorgó éste status con todo lo que ello conlleva).

Por lo pronto yo me quedo con dudas. ¿Éste Registro es positivo o negativo?, ¿la información estará segura?, ¿en verdad el gobierno puede quitarle el número a los que no estén registrados?, ¿la delincuencia tendrá dificultades para burlar ésta medida o seguirán actuando impunemente?

Supongo que tendré que esperar y seguir investigando, mientras tanto, en la web abundan las historias de personas que no pudieron registrarse, de clones, aparecidos y demás entuertos que pululan cada vez que una medida así es tomada.