190.5 La confesión: nunca había visto el Rey León hasta ayer.

Si, soy de esos seres monstruosos que pasaron su infancia viendo películas de Furosawa mientras leía a Faulkner y desentrañaba los misterios de las partículas subatómicas mientras sus "amiguitos" veían películas animadas de Disney. Bueno, no. La verdad es que por lo regular, ni cuando era un chamaquito amargado ni ahora que soy un adulto amargada me han gustado las películas animadas como para "tener que verlas" cuando se estrenan. Si pasan alguna en la tele (o ahora que tengo una novia a la que le gustan mucho ésas películas) las puedo ver sin ningún problema.

Por ésta razón, hasta el día de ayer, no había visto ésa pequeña adaptación de Hamlet llamada The Lion King. Razón de más para verla: 3D.

Pero primero, si me hacen el favor, dénle play a ésto:


Dejemos a un lado la descripción de la historia: ustedes la han de conocer, hayan o no visto la película. Ha sido tan parodiada, repetida, contada, tributada, etc, que yo me sabía sin haber visto la película ni una sola vez.

Lo primero que me llamó la atención: al parecer con ésta película se acabaron los eufemismos de las muertes "off camera" y de no llamar a las cosas por su nombre. Mufasa (James Earl Jones) le explica a si hijo la lección básica cuando eres un león: matas para comer, y cuando mueras, serás alimento. Todos somos alimento. El círculo de la vida. Realmente quedé sorprendido al scuchar ésta explicación, ya que nunca había visto una película [Disney] con un mensaje tan claro sobre la muerte.

Mufasa es un gran padre. La escena de su muerte es un gran momento.

Aún no me repongo de la voz de gay que tiene Scar con el doblaje.

La película se pasa demasiado rápido, aún para estándares animados: apenas una hora y veinte minutos. La música es bastante buena, aunque siento que se pierde un poco al cambiar las canciones al español.

Timón y Pumba son grandes personajes secundarios, aunque mi favorito siempre será éste tipo:



Pocas veces me ha tocado ver una película animada donde llegue un momento en que todos los niños de la sala estén callados, viendo lo que sucede en pantalla. Incluso, que yo recuerde, creo que ésta fue la primera vez.

No voy a decir que me arrepiento de no haberla visto cuando salió por primera vez ni que cambió mi vida: pero si es una buena película, y el reestreno se agradece para apreciar el cambio de la animación tradicional al uso de la computadora, en sus inicios.

Y recuerden: si la vida les da la espalda, Hakuna matata.


1 Response to "190.5 La confesión: nunca había visto el Rey León hasta ayer."

  1. Ed? Jajajaja!! Y recuerda Hakuna matata!!

    Te amo!!!