"Remember remember the Fifth of November
Gunpowder, treason and plot
I see no reason why gunpowder, treason
Should ever be forgot"
Una de las fiestas populares inglesas más peculiares corresponde a la celebración de un atentado fallido. En 1605, la Conspiración de la Pólvora quedó evidenciada cuando su integrante más reconocido, Guy Fawkes, fue atrapado en los sótanos del Parlamento, ultimando los detalles para volarlo por medio de toneles llenos de pólvora.
La llamada Conspiración de la Pólvora fue el resultado de la inconformidad de los católicos ingleses por la persecución religiosa a la que se vieron sometidos por los anglicanos, en especial el Rey Jacobo I, a quien se pretendía asesinar junto con toda su familia y la aristocracia protestante, para colocar a un Rey fiel al Papa Romano en el trono inglés.
Así, año con año, el 5 de noviembre, Inglaterra celebra el fallo de la Conspiración. Al principio era una ceremonia protestante, que conforme pasaban los años fue perdiendo significado hasta volverse una fiesta de índole popular, con algunos episodios de actos de vandalismo y ligeras omisiones que desacreditan su valor histórico.
Sin embargo...
Los que han visto la película de "V for Vendetta" (O "V de Venganza", en español), recordarán que el misterioso V, el conspirador, porta sobre su rostro desfigurado la máscara de Guy Fawkes, en su plan de derrocar a un nuevo gobierno totalitario y opresor. Según el mismo Alan Moore (creador de la novela gráfica original), V puede ser visto tanto como el protagónico y el antagónico de la historia. ¿Acaso el terrorismo puede justificarse cuando la causa es justa?, ¿quién decide la justicia o injusticia de los actos de éste terrorista?, ¿es el anarquismo el más viable medio para mostrar inconformidad contra el gobierno?
De nuevo, al final, V logra realizar su cometido (obviando el hecho de que está muerto al momento en que vuela el Parlamento): el gobierno es derrocado al fin, pero no por la explosión, la cual es un mero símbolo, sino por las miles de personas que, portando una máscara de Guy Fawkes, deciden levantarse y apoyar al "terrorista". La escena crucial es cuando Evey narra la identidad de V: V somos todos. Todos aquellos que hemos sido atropellados de una forma u otra por un gobierno que debería protegernos y servirnos, no lo contrario. Todos aquellos que han servido de inspiración por su fortaleza y/o sentido del humor. Todos aquellos que hemos permitido que nos gobierne gente corrupta, abusadora, prepotente y condescendiete.
¿Les suena?
Siempre he creído que la violencia es el último recurso para muchas cosas. Pero llega un momento en que el último recurso es también el más necesario. Algún día, tal vez no muy lejano, el Gobierno nos dé un pretexto para querer volarlo. En este momento se me ocurre que podría ser un aumento en los impuestos, la coartación de la libertad de expresión, el fracaso ante la lucha contra el crimen organizado, el despido injustificado de miles de trabajadores, el avorazamiento en la privatización. O el simple hecho de haberle mentido al pueblo.
No pido que nos levantemos con tridentes y teas encendidas y pongamos barriles de pólvora en el Zócalo o Los Pinos. La violencia debe ser siempre el último recurso, pero cada día nos quedan menos.
Así que les pido, (de forma bastante adelantada porque esta semana no estaré conectado), que piensen detenidamente en la forma de Gobierno que queremos y en la que tenemos. Les pido que recuerden a Guy Fawkes y su conspiración fallida, y lo que hubiera pasado de no ser descubierto. Recuerden que de una forma u otra, el Gobierno está sentado sobre un barril de pólvora, y somos nosotros los que tenemos la antorcha en la mano.
Les pido que recuerden, recuerden, el Cinco de Noviembre.
Gunpowder, treason and plot
I see no reason why gunpowder, treason
Should ever be forgot"
Una de las fiestas populares inglesas más peculiares corresponde a la celebración de un atentado fallido. En 1605, la Conspiración de la Pólvora quedó evidenciada cuando su integrante más reconocido, Guy Fawkes, fue atrapado en los sótanos del Parlamento, ultimando los detalles para volarlo por medio de toneles llenos de pólvora.
La llamada Conspiración de la Pólvora fue el resultado de la inconformidad de los católicos ingleses por la persecución religiosa a la que se vieron sometidos por los anglicanos, en especial el Rey Jacobo I, a quien se pretendía asesinar junto con toda su familia y la aristocracia protestante, para colocar a un Rey fiel al Papa Romano en el trono inglés.
Así, año con año, el 5 de noviembre, Inglaterra celebra el fallo de la Conspiración. Al principio era una ceremonia protestante, que conforme pasaban los años fue perdiendo significado hasta volverse una fiesta de índole popular, con algunos episodios de actos de vandalismo y ligeras omisiones que desacreditan su valor histórico.
Sin embargo...
Los que han visto la película de "V for Vendetta" (O "V de Venganza", en español), recordarán que el misterioso V, el conspirador, porta sobre su rostro desfigurado la máscara de Guy Fawkes, en su plan de derrocar a un nuevo gobierno totalitario y opresor. Según el mismo Alan Moore (creador de la novela gráfica original), V puede ser visto tanto como el protagónico y el antagónico de la historia. ¿Acaso el terrorismo puede justificarse cuando la causa es justa?, ¿quién decide la justicia o injusticia de los actos de éste terrorista?, ¿es el anarquismo el más viable medio para mostrar inconformidad contra el gobierno?
De nuevo, al final, V logra realizar su cometido (obviando el hecho de que está muerto al momento en que vuela el Parlamento): el gobierno es derrocado al fin, pero no por la explosión, la cual es un mero símbolo, sino por las miles de personas que, portando una máscara de Guy Fawkes, deciden levantarse y apoyar al "terrorista". La escena crucial es cuando Evey narra la identidad de V: V somos todos. Todos aquellos que hemos sido atropellados de una forma u otra por un gobierno que debería protegernos y servirnos, no lo contrario. Todos aquellos que han servido de inspiración por su fortaleza y/o sentido del humor. Todos aquellos que hemos permitido que nos gobierne gente corrupta, abusadora, prepotente y condescendiete.
¿Les suena?
Siempre he creído que la violencia es el último recurso para muchas cosas. Pero llega un momento en que el último recurso es también el más necesario. Algún día, tal vez no muy lejano, el Gobierno nos dé un pretexto para querer volarlo. En este momento se me ocurre que podría ser un aumento en los impuestos, la coartación de la libertad de expresión, el fracaso ante la lucha contra el crimen organizado, el despido injustificado de miles de trabajadores, el avorazamiento en la privatización. O el simple hecho de haberle mentido al pueblo.
No pido que nos levantemos con tridentes y teas encendidas y pongamos barriles de pólvora en el Zócalo o Los Pinos. La violencia debe ser siempre el último recurso, pero cada día nos quedan menos.
Así que les pido, (de forma bastante adelantada porque esta semana no estaré conectado), que piensen detenidamente en la forma de Gobierno que queremos y en la que tenemos. Les pido que recuerden a Guy Fawkes y su conspiración fallida, y lo que hubiera pasado de no ser descubierto. Recuerden que de una forma u otra, el Gobierno está sentado sobre un barril de pólvora, y somos nosotros los que tenemos la antorcha en la mano.
Les pido que recuerden, recuerden, el Cinco de Noviembre.
tiene ud la boca llena de razón y si, talvez sea que le gente necesita a un terrorista tipo V para prender el barril...
buen blog!
Alnilam ريداي
5 de noviembre de 2009, 14:06