Entrada Treinta y uno: Feria

"Creo en divertirse uno, en divertir a los demás, y en hacer que los demás nos diviertan. Este es mi credo."
Thomas Burke

Como cinco o seis veces al año frente a mi casa se instala una feria, en los terrenos del antiguo parque de diversiones. No es una gran feria. Ni siquiera es una buena feria. Pero para mi cumple su cometido: paso un buen rato dándome una vuelta por los juegos, y siempre trato de ganarme una alcancía. Ya he roto como seis de ésas alcancías. Son de yeso y están mal pintadas, pero a mi me gustan.
Los juegos mecánicos no son de mi gusto, a parte de que no están diseñados para gente de mi tamaño.

Hoy fui con Zabdy, y con ése otro tipo al que llamo Gabo, no el Gabo que se fue a Mérida. Gabo es mi primo, tiene trisomía 21 pero en muchas ocasiones nos demuestra que eso no es nada. En fin, fuimos Gabo, Zabdy y yo a dar una vuelta, sólo una. Tiramos pelotas de basquet (nos fue mal), tiramos dardos (nos fue mal), tiramos piedras (nos fue mal), tiramos con rifle (y tenemos pésima puntería) y al final fuimos a las canicas. Si, por nuestras alcancías. Regresé con dos. También Gabo. Y regresó sonriendo.

Había mucha gente. Parecía que el carnaval era ahí. Y con lo que odio las multitudes.

Seis años yendo a ésa feria, y aún no pruebo la comida. Quiero pensar que es por mi propio bien...

Al final, de regreso, un tipo ebrio, en una motocicleta, nos dijo algo que no entendimos. Y luego se cayó de la moto. ¿Cuándo entenderán que no se pueden meter con Gabo?

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