192.9 Ha muerto Steve Jobs.

Persona de la cual no era fan, no estoy en contra y no me duele su muerte más de lo que me dolería la muerte de casi cualquier otra persona en el mundo. Pero si reconozco su visión y su forma de hacer las cosas.

"Ash, es que él se hizo millonario vendiendo computadoras a los incautos", dice el hater.

¿Y? Trabajaba en una empresa de vende computadoras y otros aparatos electrónicos. Su motivo, al final de cuentas, era vender. Y lo hacía bien. Y hasta donde sé, entregaba un producto de calidad, lo que tuvo como consecuencia que vendiera muchas computadoras.

"¡Es que acaba de morir el genio máximo de nuestra generación!", exclama el Apple fanboy.

Tampoco exageren, aunque si facilitó el uso de computadoras a nivel personal y reconozco su influencia en tantas y tantas personas. Si era un visionario, al final de cuentas. Y un innovador. ¿El genio máximo? No estoy seguro.

Entre estos dos extremos, los que no estamos de ningún lado junto con la fauna que siguehaciendo chistes de Ninel, usuarios de PC y usuarios de Mac, los que se roban el tweet de las tres manzanas, los fans moderados, los no fans que reconocen el trabajo de Jobs, los que disfrutamos y los que no disfrutan películas de Pixar, los que tienen o no un iPhone, iPod o iPad y los "chistositos" que aparentar haber acabado de salir de una cueva en la que estuvieron los últimos 15 años al preguntar "¿Quién es Steve Jobs"?