No, no está en las interminables discusiones teológicas/pseudocientíficas/lógicas/científicas que me gusta leer y en las que de vez en cuando participo.
No está en el Gran Colisionador de Hadrones, la partícula divina, la antimateria o el teórico agujero negro que se formará si falla.
No está en ninguno de los 1000 libros. Tampoco se hagan ilusiones, que tampoco está en la Biblia, el Corán, el Popol Vuh, el Libro Tibetano de los Muertos ni ninguno similar.
No está en la Medicina, con la cual estoy casado de forma simbólica, ni con todo el bien que le da al mundo y el sentido de altruismo que siempre viene cargando.
No está en ser reconocido por las multitudes, ni que millones de personas coreen tu nombre al unísono. Olvídenlo, podrían llenar quince veces el estadio Azteca y aún así no lo encontrarían.
No está en una sola de las miles de películas que he visto. No está en un director visionario, un gran escritor, una magnifica actuación ni una fotografía impecable.
Ciertamente, no está en un Iglesia, ni en un porro, ni en el alcohol, el rock and roll o la televisión.
No está en ninguna aplicación de Facebook, en ningún blog, ninguna cuenta de correo o página alguna. Porque no se puede resumir en un lenguaje html.
El sentido de la vida, hasta donde sé, se encuentra en una persona, y no voy a salir con la cursilería de "se encuentra en tí mismo", porque es ilógico y sensiblero. Se encuentra en "la otra persona", la que mueres por hacer reír, la que odias hacer llorar aunque te salga natural, la que toma tu mano en la oscuridad del cine, te escucha hablar de libros y cómics aunque sabes que no le interesan. En la que no deja de decirte que te cuides más, no por estar fregando, sino porque quiere pasar muchos años junto a tí. En la que te apapacha cuando estás enfermo y se enoja cuando no la puedes ver, porque quiere estar junto a a ti cada segundo que estén despiertos.
El sentido de la vida está en la persona que te define.
Gracias por estos dos años, Zab. Los dos mejores años de mi vida.
No está en el Gran Colisionador de Hadrones, la partícula divina, la antimateria o el teórico agujero negro que se formará si falla.
No está en ninguno de los 1000 libros. Tampoco se hagan ilusiones, que tampoco está en la Biblia, el Corán, el Popol Vuh, el Libro Tibetano de los Muertos ni ninguno similar.
No está en la Medicina, con la cual estoy casado de forma simbólica, ni con todo el bien que le da al mundo y el sentido de altruismo que siempre viene cargando.
No está en ser reconocido por las multitudes, ni que millones de personas coreen tu nombre al unísono. Olvídenlo, podrían llenar quince veces el estadio Azteca y aún así no lo encontrarían.
No está en una sola de las miles de películas que he visto. No está en un director visionario, un gran escritor, una magnifica actuación ni una fotografía impecable.
Ciertamente, no está en un Iglesia, ni en un porro, ni en el alcohol, el rock and roll o la televisión.
No está en ninguna aplicación de Facebook, en ningún blog, ninguna cuenta de correo o página alguna. Porque no se puede resumir en un lenguaje html.
El sentido de la vida, hasta donde sé, se encuentra en una persona, y no voy a salir con la cursilería de "se encuentra en tí mismo", porque es ilógico y sensiblero. Se encuentra en "la otra persona", la que mueres por hacer reír, la que odias hacer llorar aunque te salga natural, la que toma tu mano en la oscuridad del cine, te escucha hablar de libros y cómics aunque sabes que no le interesan. En la que no deja de decirte que te cuides más, no por estar fregando, sino porque quiere pasar muchos años junto a tí. En la que te apapacha cuando estás enfermo y se enoja cuando no la puedes ver, porque quiere estar junto a a ti cada segundo que estén despiertos.
El sentido de la vida está en la persona que te define.
Gracias por estos dos años, Zab. Los dos mejores años de mi vida.
Te amo muchisimo!!! Gracias por soportarme todo este tiempo :* :* :*
Zabdy
10 de octubre de 2009, 19:37