166 Cuerpos y Almas, de Maxence Van Der Meersch

Cada vez que tengo dinero para comprar un libro, sufro de una terrible indecisión. A Zab le ha tocado verme debatir entre dos o más títulos para, a veces, no llevarme ninguno. Mis últimas elecciones fueron "Eldest" (por sobre "Orgullo y Prejuicio y Zombis" y "Déjame entrar") y "Cuerpos y Almas" (por sobre "Vivir y morir en Dallas", de Charlene Harris). Por lo menos puedo decir que ambas fueron buenas elecciones. "Eldest" con sus elfos ateos me convenció, aunque las similitudes con Star Wars continúan, como Oromis/Yoda o Morzan/Darth Vader, pero como indica el título, en éste post hablaré de la novela del francés Maxence Van Der Meersch. Y ni siquiera hablaré del libro en sí, porque aún no termino de leerlo, pero si insertaré unos fragmentos que he destacado. Mis colegas encontrarán interesante que algunos conceptos de la Medicina no han cambiado demasiado desde la Francia de hace casi 80 años y la Medicina moderna, por lo menos la que se ejerce en nuestro país.
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-[...] Santhanas ni siquiera sería capaz de hacer parir a una vaca...¡Y pensar que en un día será médico!...
-¿Tú crees?
-Fatalmente. ¿Has visto nunca un estudiante de Medicina que no acabara siendo médico? Una vez está uno en la fila, las cosas suceden automáticamente.

Compadezco a los enfermos del porvenir y compadezco también al médico. Porque tienes que darte cuenta de que no será la administración la que estará al servicio de la medicina, sino que habrá de ser el médico quien tendrá que someterse a las exigencias de la administración.

El hospital ha matado al médico de familia y nadie saldrá ganando con ello. Nuestra profesión, no te quepa duda, es a menudo todo lo contrario del colectivismo.

Así murió estúpidamente Suraisne: especialista del microbio, matado por el microbio por haberlo desdeñado demasiado a fuerza de conocerlo. Un pequeño corte con el bisturí algunos días antes y Suraisne se habría salvado. Sin duda lo hubiera hecho de no haber sido médico, profesor y sabio. Para el hombre que cuida a sus semejantes, esa familiaridad cotidiana con el peligro es un riesgo mayor de lo que uno cree. A la larga, suele olvidarse que uno mismo es vulnerable. No es raro en la profesión ese absurdo fatal.

Un chiquillo atacado de difteria ingresó a L'Égalité. Lapeyrade lo cuidó, se contagió y murió. Una cosa son los estudiantes de Derecho, de Ciencias y de Letras, quienes jamás arriesgan su vida, y otra muy distinta los estudiantes de Medicina. [...] En ésa juventud que arriesga el pellejo con tal sencillez y tal ausencia de orgullo, uno ve únicamente el ejercicio de la profesión. Y esa juventud no tiene nada de particular ni de excepcional. Eso dice mucho a favor del hombre.

Mas lo cierto era que, estudiante mediocre, bastante perezoso, pasablemente ignorante y con un soberano desdén por los estudios teóricos, Tillery prosperaba. Tenía conciencia de su propia ignorancia. Se mostraba prudente, consultaba a tiempo a colegas más experimentados, se limitaba a tratamientos corrientes, ciertos y garantizados, y no se arriesgaba a ninguna innovación. Sin embargo, poseía ese don de observación que es la primera cualidad del médico. Sobre todo, tenía en gran estima a sus enfermos. Salido del pueblo, le conocía, sabía hablarle, hacerle risa, emocionarle, consolarle, animarle y, en suma, "tomarle el pulso". Pues con frecuencia lo que el hombre pide ante todo a su médico es que reconforte.
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Cabe señalar que, sin ser médico, Maxence Van Der Meersch logra capturar la esencia del ejercicio de la Medicina en su novela Cuerpos y Almas, los tratamientos, el manejo de los destinos tanto de los enfermos como de los colegas, las complicaciones, las ambiciones y en fin, todo el reflejo de la vida médica en la Francia de 1930. Tan parecida, lamentablemente, a la Medicina Mexicana en pleno siglo XXI.

Les recomiendo el libro a mis colegas, y se verán reflejados un poco en éstos personajes tan distintos a nosotros.

2 Response to "166 Cuerpos y Almas, de Maxence Van Der Meersch"

  1. No eres el único...Me pasa muy seguido. El fin pasado tuve que decidir entre TIEMPO DE ZOPILOTES de Taibo II, ENSAYO SOBRE LA CEGUERA Saramago y FURIA AZTECA de Jennings, termine comprando los 2 primeros jajajaja. Recuerda que la Medicina que se ejerce en nuestro país tiene sus raices en la Medicina Europea: específicamente la francesa y, no de la Norteamericana. Has leído a Molliere: MÉDICO A PALOS es genial.

  2. "Mas lo cierto era que, estudiante mediocre, bastante perezoso, pasablemente ignorante y con un soberano desdén por los estudios teóricos..." jajajaj me suena me suena...