152 El Séptimo Sello, de Ingmar Bergman



Antonius Block: Juegas al ajedrez, ¿verdad?
Muerte: ¿Cómo lo sabes?
Antonius: Lo he visto en cuadros, y lo he oído en las baladas.
Muerte: Si, a decir verdad soy muy buena jugadora de ajedrez.
Antonius: Pero no eres mejor que yo.

-El Séptimo Sello, Ingmar Bergman

O "El discurso metafísico como narrativa visual".

Ingmar Bergman no pierde tiempo en el desarrollo. La apertura de su juego es impecable, avanzando al Caballero directamente al centro del tablero. La película inicia con Antonius Block y Jöns, su escudero, acostados en la playa, en su viaje de regreso de las Cruzadas. Cuando Antonius despierta divisa a la figura ataviada de negros ropajes. "Es tiempo" dice la Muerte, y Antonius la reta a una partida de ajedrez por su vida. La Muerte algo intuye, ya que no tiene en sus la guadaña ni el reloj de arena que tradicionalmente se le asignan



La Muerte acepta el juego. Después de todo, ¿qué tiene que perder? "No se me escapa nada, no se me escapa nadie" le comenta. Antonius hace el sorteo de las piezas, y, oh sorpresa, a la Muerte le tocan las piezas negras.



"El Séptimo Sello" es un discurso metafísico. En la Europa de la Edad Media, después de haber participado en las Cruzadas, Antonius Block tiene serias dudas acerca de la vida, de la Muerte y de la misma existencia de Dios. Trata de regresar a casa, pero su mayor deseo es el conocimiento, saber qué ocurre después, saber para qué tanto horror. En éste entorno cuenta con Jöns, su escudero, su contraparte, un hombre que vive para vivir, para disfrutar de la bebida y de las mujeres, y para aplicar la salvaje justicia del ave de presa que se tiene que convertir en ave de rapiña. La escena más memorable de Jóns ocurre a media película, cuando le explica a Jof, el juglar, las artimañas que utilizará Lisa para volver a engañar a su marido. Jöns es un conocedor de la naturaleza de las mujeres y hombres por igual.

En el camino de regreso, y entre jugadas, Antonius y Block se entrelazan en la Europa devastada. Encuentran los cadáveres de la pesta a su lado, y llegan a pueblo donde conceran a los otros perosnajes importantes de la historia: Jof, Mia y Jonas Skat, los Juglares. Jof es un hombre imaginativo, un artista, devoto esposo y padre del bebé Mikael, que sólo busca la sobrevivencia de su familia. Skat, en cambio, es el artista que busca su beneficio, en éste caso Lisa, la esposa del herrero, quién detonará el porqué los caminos de Antonius y Jof se cruzan.

Dentro del pueblo, Antonius trata de confesarte, y le platica al padre de sus intenciones para con la Muerte: disipar las dudas que lo atormentan, y le dice que sabe que va a ganar la partida. El padre le pregunta a qué se refiere y Antonius comenta de su combinación de Caballo y Alfil que la Muerte no ha visto. Al hacer ésta confesión, el sacerdote se da la vuelta, y resulta no ser otro más que la Muerte misma, que utiliza sus ardides para derrotar al Caballero.

Acusado por las acciones de Skat, Jof tiene que ser salvado por Jöns. Así, durante un breve tiempo los itinerantes siguen el mismo camino que el Caballero. Después, la Muerte llega a concluir su partida con Antonius. El resultado es terrible, ya que la Muerte, aunque se encuentra en jaque, es capaz de capturar al Caballo de Antonius. Después de ésta jugada, Antonius trata de seguir aparentando tranquilidad. La partida llega a su etapa final. La Muerte reclama a Skat. "Tengo un show que dar" suplica el artista. "El show queda cerrado por Muerte" dice la figura de la capa negra, quien comienza a talar el árbol donde subió Skat. "¿No hay restricciones para artistas?" pregunta un Skat desesperado. "Para nadie". El árbol cae.

Se encuentran con un villano que está a punto de caer por la peste. Observan como una jovencita acusada de brujería es quemada en la hoguera por provocar la peste. El grupo se da cuenta de que todos están bailando la Danza de la Muerte, y que tarde o temprano a todos nos llegará nuesro turno.

La partida termina. "La proxima vez que nos veamos, vendré por ti". La Muerte le ofrece la oportunidad de tener un día más para ver a su esposa. Jof, quien puede ver a la Muerte jugar con el Caballero decide que su compañía no es bienvenida, y se lleva a su esposa e hijo.
Antonius y el resto de sus acompañantes llegan a su castillo, y en la cena llega un huésped que no estaba invitado. Ahora sí, no hay forma de vencer al destino. "Me darás respuestas" exige Antonius. "No puedo, soy ignorante, no sé nada" dice la Muerte. Así es la naturaleza de ésta entidad: ser una ignorante acerca de a quién se lleva o para qué.

Finalmente Jof observa el horizonte. Ve la procesión de los bailarines. La encabeza la Muerte, y Skat toca las flautas. Todos van agarrados de la mano y todos bailan. La Muerte impera en Europa.



El simbolismo se encuentra servido. La fotografía es impecable, y los matices del blanco, gris y negros sólo sirven para reflejar la dualidad del ciclo vida-muerte. El juego del ajedrez es otro espejo, ya que cada jugador (incluído Dios) toma parte como un pieza, lista para ser sacrificada o dar el mate definitivo. Los detalles en el dibujo de "La Danza de la Muerte" que comenta Jöns, los fieles que se autoflagelan, la facilidad con la que el Herrero es engañado por su esposa, la devoción de Jof con su familia forman parte del entramado cuyo hilo conductor en el misticismo de Antonius, su deseo de conocimiento y como todo se ve opacado por nuestros deseos más simples.

"El Séptimo Sello" es una verdadera obra de arte.

3 Response to "152 El Séptimo Sello, de Ingmar Bergman"

  1. Me alegra mucho que comentes una película tan permanente como el Séptimo Sello. No sólo son los infinitos simbolismos de los que está llena los que la hacen una película buena, también la profunda reflexión filosófica que nos muestra casi desde el principio la convierten en una película profunda. Block decide retar a la muerte por una razón: había participado en las cruzadas, había luchado por Dios, por su "fe", por su tierra y familia pero al final, se dió cuenta que no tenía una verdadera razón para luchar (vivir), por eso decide retar a la muerte, para buscar, en sus últimos momentos de vida algo por lo cual al final pudiera decir: -Valió la pena vivir. Al final, ese "único acto con alguna significación" (citándolo textualmente) consiste en ayudar a escapar a la familia de la Muerte. En ese momento, Block se siente satisfecho y listo para encarar la muerte. El macabro final es genial, desde la escena en que aparece la muerte y la iluminación que le dan hasta la famosísima "danza macabra". Es una de mis películas favoritas.

    Me extraña que no le hayas dado un Humbertcricio a esta película, yo le doy un premio consistente en un Alfil en un Caballo...el arma no usada de Block.

    Saludos

  2. Que bueno que te gusto, mi amor...

    De nada... :* :* :*

  3. Me siento totalmente indigno de otorgarle un Humbertcricio a ésta película.

    Después de verla sentí que fui yo a quien le otorgaron tal humilde premio.