Entrada diecisiete: ¿Genio incomprendido?

"No hay genio sin un grano de locura"
Aristóteles

A pocos le sorprendió que reprobara el exámen psicométrico, y no es para menos: muchas veces ni yo mismo me entiendo. Aunque todavía no estoy seguro de qué fue lo que saqué en el diagnóstico...¿seré obsesivo-compulsivo?, no lo creo, mi única obsesión es apilar las monedas con el águila viendo hacia abajo. ¿Sociópata?, me voy acercando. ¿Problemas con la autoridad?, es apuesta segura. ¿Esquizofrenia?, ¿quién dijo eso?. ¿Paranoia?, el hecho de padecerla no significa que nadie te esté siguiendo. ¿Será depresión?, al rato me van a decir emo. En fin.

Mi único consuelo es que no me fuí sólo. Algunas de los cerebros más "extravagantes" se fueron conmigo, con sus claras excepciones. Lo que me lleva a pensar: "¿qué tan fiables son estas pruebas para determinar el perfil de una persona?". Siempre creí que los doctores eran un conjunto de patologías psicológicas ambulantes, adornadas con un ligero complejo de superioridad y una pizca de megalomanía. Pero bueno, conjeturas mías.

El chiste es que después de cinco años descubrieron que no soy apto para trabajar en un hospital. Ésa fue toda una sorpresa. Y aún así tengo carta de "buena conducta"; es decir, puedo ser asesino en serie pero no me comprobaron nada en los cinco años de la carrera, por lo que tengo buena conducta, pero no soy "apto".

Pero bueno, estoy seguro que los mismo le pasó a muchos antes que yo: "Lo siento, herr Einstein, su único trabajo puede ser en una oficina de patentes" o "Señora Alva Edison, pero su hijo es demasiado antisocial, edúquelo en casa" o "A veces un cigarro es sólo un cigarro, Sigmund" y cosas por el estilo. Algún día mirare atrás y le haré un corte de mangas bien merecido a todos aquellos que nunca me comprendieron...incluyendo a mi mismo.