Entrada dieciocho: Internado en el ISSSTE (primera parte)

"Si a un hospital le quitan la cinta adhesiva y los internos, el hospital se cae"
Dr. Manuel Ybarra Muñiz, jefe de enseñanza.

Justo ahora estoy en la sala de tococirugía, utilizando la computadora de internos para escrbir este blog...es el segundo día de mi pre-pre-internado. Y estoy cansado y aburrido.
Ayer estuve aquí cinco horas, y sólo entró una paciente a ultrasonido. El próximo lunes entro a la verdadera faena.

Tenemos una semana de venir a pláticas de orientación, y seguimos igual de desorientados que el primer día, sólo que ahora nos repartieron a nuestros respectivos servicios para recibir instrucción de nuestros compañeros internos del año pasado (lo bueno es que todos son amables y les gusta explicar). A partir del próximo lunes volamos solos en un hospital sin residentes y nos aventamos el papel para el cual estudiamos cinco años: el de médico. Dejando a un lado el hecho constante de todos los hospitales, (es decir, que al interno le toca el papeleo), en el ISSSTE todo el contacto médico-paciente cae sobre nuestros hombros. Y no me quejo, al fin voy a ser el "Médico" que tanto me profetizaron en el mundo exterior que sería.

De los otros internos de mi año, todavía no tengo mucho que decir...excepto esto: Benjamín, TODOS firmamos de entrada y salida a la misma hora, ¿de acuerdo?
De mi guardia, no conozco todavía a ninguno: Adán es un viejo conocido de la Facultad, mientras que Loyo y Marlene se ven como buenas personas, pero no trato con ellos muy seguido. Supongo, aunque suene a cliché, que sólo el tiempo dirá que me espera de guardia entre estas paredes.

Por cierto, soy Jefe de Internos...

Te amo, Zabdy...gracias por los dos meses más hermosos de mi vida, y vienen tiempos difíciles, pero sé que estaremos juntos, porque nos amamos...