174.2 ¡Escuchad, escuchad! (1) - Olallo Rubio

Uno de los pequeños placeres que disfruto mientras utilizo la computadora (para cualquier cosa) es escuchar un buen podcast. Ésas cápsulas que parecen un programa de radio sin ser en nada un programa de radio son un excelente acompañamiento para las actividades recreativas. Como buscar un buen libro o escoger una película que no sea un bodrio, encontrar un podcast a tu gusto suele ser un tanto difícil y complicado de hallar. Son demasiadas opciones y muy poco el tiempo disponible para escucharlos todos.

A lo largo de ésta vida virtual, he recibido varias recomendaciones acerca de cuáles podcast(s) escuchar, todas bastantes afortunadas. He dejado algunos cuando ya no me interesaron o dejaron de ser divertidos, he pasado tardes maratónicas escuchando entregas anteriores de un podcast recién descubierto sólo para "ponerme al día". Incluso me llevé uno que otro a la UMR donde hice el SS para escucharlos en mis ratos libres, guardándolos en la computadora sin escucharlos hasta estar en mi cuarto allá y hacerme la tarde/noche más llevadera.

¿Temas? Una infinidad. El chiste es buscarlos y escucharlos. El día de hoy les dejo la primera de varias recomendaciones (espero) de podcast que suelo escuchar con frecuencia y que encuentro interesantes y/o divertidos.

El primero corresponde a uno de los "podcast clásicos", el del odiado-amado Olallo Rubio.

Olallo Rubio, antes conductor de Radioactivo, inicia éste podcast en 2005. Una propuesta atrayente, un podcast que acusaba directamente a las grandes corporaciones (aunque a veces parecía un comercial de ésas corporaciones), al Gobierno, hacía disertaciones sobre la política nacional e internacional, criticaba a la sociedad mexicana (sobre todo a la juventud), que abogaba por la pluralidad y muchas veces sin sentido. Personajes memorables, grandes momentos, lleno de referencias a la cultura nacional y pop, y contenido interesante, si, pero lamentablemente el podcast de Olallo adolece del mismo Olallo. A veces llega a ser repetitivo, es muy autorreferencial y hasta condescendiente; y algunas partes suelen ser tediosas no concordando con el resto del podcast. A veces se pone muy pesado, dependiendo del tema del que esté hablando, a veces se le puede perdonar, a veces no.

De hecho, mientras lo escuchaba por primera vez, mi imagen mental de Olallo no difería mucho de la de Michael Moore, así que si éste último les cae mal, absténganse de escuchar a Olallo.

Lo mejor del podcast, para mi, es Betornillo. Es un personaje fantástico, el némesis de Olallo, el fan from hell y mayor fanático de Olallo. El típico troll que le dice al podcaster cómo hacer su programa y aunque le cague todo, no deja de escucharlo. Betornillo es el chairo que todos llevamos dentro, el defensor del nacionalismo ciego, el contradictorio y entrañable.

El enlace hacia la página del podcast de Betorn...digo, de Olallo Rubio.

La primera recomendación. Un podcast bastante conocido y del que conozco a mucha gente que le gusta y a mucha que no le gusta. Del Argentino a Don Gato, un podcast que casi nunca pasa indiferente.

0 Response to "174.2 ¡Escuchad, escuchad! (1) - Olallo Rubio"