Entre las muchas noticias que escuché con López Dóriga ayer por la noche, una de las que más náuseas me provocó y que fue "convenientemente" interrumpida por el oportuno anuncio del cierre de escuelas debido a la epidemia de Influenza fue la detención de Rafael Muñiz López, sacerdote católico relacionado con una red de pornografía infantil.
"Esto nos hace ver más humanos" declara la Conferencia del Epicospado Mexicano.
"No hay que acusar a todos por unos cuantos" se levantan las voces defendiendo a los sacerdotes. Claro, no por unas cuantas manzanas podridas se tiene que tirar toda la caja, pero, ¿de cuantas manzanas estamos hablando? Hace unos meses fue el Padre Chucho, quien aprovechaba un albergue para abusar de los niños. Hoy es un sacerdote metido en una red de pornografía infantil. ¿Mañana que será?, los encubrimientos y desestimaciones a la orden del día dentro de la Iglesia Católica. "Esto no es algo relacionado con la castidad". Claro que no. Es algo relacionado con el abuso de niños, mentes enfermas y los alcahuetes que los solapan. "Es una afición". No, afición es ir a pescar los sábados y ver el fútbol el domingo: la pederastía y la pornografía infantil son crímenes.
La Iglesia pide no juzgar, pero ¡carajo!, el sacerdote es supuestamente el modelo a seguir, el rol, el que pone el ejemplo, el guía espiritual, ya que abraza las enseñanzas de su Cristo. Y la Iglesia defiende a éstos animales que denigran su anacrónica e hipócrita institución aún más. Se toman demasiado en serio el "Dejad que los niños se acerquen a mí"
En serio, no sé ni porqué me enojo, ya que no creo en nada de lo que dice la ICAR...bueno, si sé porqué me enojo: por los pobres niños que caen en garras de estos animales y por los padres (tanto espirituales como consanguíneos) que lo permiten.
Vía El Universal, el Diario de Xalapa y claro, HECF!. (Resto de los links en el texto)
"Esto nos hace ver más humanos" declara la Conferencia del Epicospado Mexicano.
"No hay que acusar a todos por unos cuantos" se levantan las voces defendiendo a los sacerdotes. Claro, no por unas cuantas manzanas podridas se tiene que tirar toda la caja, pero, ¿de cuantas manzanas estamos hablando? Hace unos meses fue el Padre Chucho, quien aprovechaba un albergue para abusar de los niños. Hoy es un sacerdote metido en una red de pornografía infantil. ¿Mañana que será?, los encubrimientos y desestimaciones a la orden del día dentro de la Iglesia Católica. "Esto no es algo relacionado con la castidad". Claro que no. Es algo relacionado con el abuso de niños, mentes enfermas y los alcahuetes que los solapan. "Es una afición". No, afición es ir a pescar los sábados y ver el fútbol el domingo: la pederastía y la pornografía infantil son crímenes.
La Iglesia pide no juzgar, pero ¡carajo!, el sacerdote es supuestamente el modelo a seguir, el rol, el que pone el ejemplo, el guía espiritual, ya que abraza las enseñanzas de su Cristo. Y la Iglesia defiende a éstos animales que denigran su anacrónica e hipócrita institución aún más. Se toman demasiado en serio el "Dejad que los niños se acerquen a mí"
En serio, no sé ni porqué me enojo, ya que no creo en nada de lo que dice la ICAR...bueno, si sé porqué me enojo: por los pobres niños que caen en garras de estos animales y por los padres (tanto espirituales como consanguíneos) que lo permiten.
Vía El Universal, el Diario de Xalapa y claro, HECF!. (Resto de los links en el texto)
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