"Me llamo Ozimandias, rey de reyes.
Contempla mis obras, tú, poderoso y desespera."
Percy Bisshe Shelley
-Ozimandias
Esta semana no he salido de quirófano, durante seis de los siete días de la semana, he estado en cirugía, y la mayoría han sido de Traumatología y Ortopedia, reparando articulaciones rotas. Las guardias han sido ligeramente tranquilas, lo que ha convertido el servicio en algo pasable, pero mi traje de quirófano ya se para solo...
Después de una semana por lo demás, pesada, estoy celebrando las primeras cien entradas oficiales de mi blog...obvio, no estoy contando los .número que he estado poniendo, sino las entradas que si tenía pensadas.
Ha sido un viaje largo, pero interesante al máximo. He aprendido a leer blogs mientras le empiezo a dar forma al mío, el cual está lejos de su versión definitiva. Creo que alguien que lea todos estos desvaríos mios podrá conocerme un poco mejor, que es exactamente para lo cual fue diseñado este blog.
Este blog...
Esta obra mía, que espero perdure, y no sea una obra que termine perdiéndose en el tiempo, enterrado en las arenas del internet, que no sea como la estatua de Alejandro Magno, en el poema de Shelley...
Como regalo por estas 100 entradas, les diré el porqué mi seudónimo de escritor es Humbert Christopher Christopher:
Tiene su origen, como la estructura de las bencinas o la función de la insulina, de un sueño. Hace varios años, en el bachillerato, alguna vez soñé que leía mi libro favorito (en mis sueños), llamado "Las Campanas" escrito por un tal Christopher Christopher. Después de pensarlo un poco (de nuevo, en mis sueños) me di cuenta que yo era ése tipo, y que ése era mi libro.
Lo de Humbert viene de "Lolita" (¿dónde más?), de Vladimir Nabokov, después de leer el libro, me di cuenta que también tengo algo de ninfulómano, en la concepción de Nabokov (y por ende, del mismo Humbert Humbert), así que decidí acompletar mi nombre..y así, nací.
Por cierto, abrazen el cambio, acéptenlo...los Skrull vienen a ayudarnos...acepten el cambio...
Ozimandias
"Conocí a un viajero de un antiguo país
que me dijo: hay en el desierto dos grandes piernas,
sin tronco, de piedra. Cerca, medio hundido
en la arena, yace un rostro destrozado. En su ceño,
en sus labios fruncidos, en su frío gesto de dominio y desprecio,
selladas sobre estas cosas sin vida
bien leyó su escultor las pasiones que aún sobreviven
a la mano y corazón de aquel que las tallaba.
Y aparecen en el pedestal estas palabras:
"Me llamo Ozimandias, rey de reyes.
Contempla mis obras, tú, poderoso y desespera."
Nada permanece. Alrededor de la decadencia
de esta inmensa ruina, ilimitada y desnuda
se extiende lejana la arena solitaria."
Claro, cabe decir, y es justo que todo el mundo lo sepa: Gracias Zab. Por todo. Te amo.
Lo que era y lo que soy
Hace 7 años
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