Todos tenemos materias favoritas y materias que odiamos. Los médicos, en particular, tenemos especialidades que amamos y especialidades que aborrecemos por distintas razones: mientras algunos aman la pediatría por el hecho de ayudar a los más pequeños, hay quienes la odian precisamente porque odian ver sufrir a los más pequeños.
¿Yo?, bueno, me encanta la Medicina Interna y la Infectología. No soy tan fan de la Neurología, Cardiología y alguna que otra más, y hasta el fondo, donde está la Oftalmología (el estudio de los ojos) bien plantada. ¿Porqué?, porque odio todo lo relacionado con insertar objetos, remover objetos o ver objetos cerca de un globo ocular. Dalí y Buñuel se ríen de mí en el más allá cada vez que alguien hace referencia a la mítica escena de la navaja de afeitar en el ojo de "El perro andaluz".
Hace unos años fuí sometido a cirugía láser para corrección de miopía. Tuve el cuidado de no ver fotografías ni estudios ni nada parecido de dicha operación. Cuando me insertaron los separadores dentro de los párpados, estuve a punto de salir corriendo. A la fecha, si me ofrecieran cualquier cosa por volverme a someter a una cirugía así lo negaría ferviertemente. He visto videos, y no dejo de sentirme ligeramente mareado de recordar que yo estuve ahí, debajo del láser, con las córneas rebanadas.
Uno de los padecimientos más comunes en barcos de éste tipo es, muy lamentablemente, los cuerpos extraños en ojos. Los soldadores, tuberos, gente de máquinas que trabaja en torno y uno que otro que nada más caminó por el lugar equivocado en el momento equivocado vienen con rebabas o astillas que deben ser removidas. Ahí es donde entro yo.
La curiosa empatía de hacer una de mis actividades médicas menos favoritas (junto con sacar uñas enterradas y desimpactar pacientes) provoca que yo sufra más que mis pacientes mientras estoy realizando el procedimiento. Por suerte, hasta ahora no hemos tenido complicaciones y espero sigamos así.
Alabadas sean esas situaciones donde a la de a fuerzas debes realizar algo que constituye un miedo o desafío. Supongo es el primer paso para vencerlo y para mejorar personalmente.
Siempre aunque haya obstáculos en nuestro camino hay que aprender a superarlos... Suerte, amor...
Te amo!
Zabdy
24 de junio de 2011, 14:28