151.3 Realidad alterna (4)

La Pahtli surcaba las frías aguas a través de un océano dormido y por debajo de un cielo nublado que presagiaba el fin de nuestro viaje, ya sea de un modo o del otro. Mientras llegábamos a la altitud y latitud correspondiente al mapa que obtuvimos en la Universidad, observamos la impresionante mole surrealista que surgía del mar. Los prodigiosos ángulos y las enormes piedras de dimensiones increíbles casi provocaron la salida de verdaderos alaridos de nuestras gargantas. Los terrores sufridos en nuestra aventura palidecían con el irreal paisaje ciclópeo que contemplábamos.

Recuerdo el lejano inicio de la aventura, en abril de 1925, con los sueños que me habían perturbado de sobremanera. Sueños de horrores de más allá de las estrellas, horrores de colores increíbles que desafiaban toda la lógica de la cromatografía terrestre e incluso de aquella que pudiera existir en los parajes oníricos. Sobre todo recuerdo el sueño del majestuoso y horripilante ser al que estábamos buscando, y al cual esperábamos encontrar antes de su despertar.

Cuando platiqué con el profesor Cortázar y con el doctor Julio Psosa acerca de mis sueños (ya que los tres habíamos sido condiscípulos en algunos cursos impartidos en la Universidad del Miskatonic) de inmediato me creyeron. De forma independiente ambos habían investigado los demoníacos cultos paganos de las Antillas y el Caribe, así como sus raíces africanas e incluso una secta que operaba en el lejano Círculo Polar Ártico. Mis sueños fueron las claves para iniciar la investigación que tanto sudor, sangre y vidas humanas nos había costado y cuyo desenlace estaba a punto de ocurrir.

El profesor Cortázar, erudito en arqueología y culturas antiguas, y yo, un simple estudioso y curador de libros de la Universidad del Miskatonic contemplábamos la ciudadela que creíamos era R´lyeh, la morada del más grande y poderoso de los Antiguos: el cefalópodo espacial conocido como Cthulhu. Mientras nos preparábamos para descender a la ciudadela, nos tomamos un minuto para beber nuestra última botella de whisky y recordar a nuestros compañeros caídos, aquellos que conocimos en los diez años que duraron nuestras aterradoras aventuras.

Nuestra querida Jackie había desaparecido en Dunwich, cuando el horror que Armitage había evitado una primera vez nuevamente fue invocado por algún degenerado Whateley sobreviviente de la región. Quinto, el cirujano de la Pahtli, había sido asesinado por los supervivientes de la antigua Orden de Dagón, organizados por un último Marsh que había escapado por poco de la justicia en Innsmouth. La pequeña Eve murió mientras robábamos la única copia del Necronomicón del demente árabe Abdul Alzhared que aún existía. Las balas de la policía la abatieron en la Biblioteca de la Universidad de Arkham. Dimanche murió durante el ritual de adoración de Cthulhu en Nueva Inglaterra. Alguno de los sacerdotes del monstruoso ser le había cortado la garganta con la daga ceremonial, cerrando el conjuro que haría emerger R´lyeh del fondo del mar. Y por último el doctor Psosa había desaparecido del barco dos noches antes, sin dejar rastro alguno.

Cortázar y yo descendimos a la ciudadela. El piso estaba resbaloso con la humedad y por una sustancia gelatinosa que hedía y parecía ser exudada de los mismos símbolos arcanos que recubrían cada superficie de la angulosa isla. Mientras caminamos para encontrar la puerta por donde debería salir el ser, buscamos indicios de que algunos de los locos adoradores del Antiguo apareciera. No había ni una sola alma en las cercanías.
-Llegamos a tiempo- dijo Cortázar, con el rifle en las manos dispuestos a abatir al primer ser, humano o no humano, que apareciera.
-Sólo faltan dos cosas para que Cthulhu sea invocado- dije, según había leído en los libros más viejos de la Universidad. En una mano sujetaba el revólver que había traído conmigo, mientras en la otra tenía una de las dagas que habíamos tomado de los rituales, objeto que estuve estudiando durante toda la travesía, tratando de desenmarañar el misterio de sus arcanos símbolos.
-¿Cuáles dos cosas, Humbert?
-Un sacrificio y la invocación apropiada…Bueno, en realidad sólo falta una.
Tomé a Cortázar del cabello levantando su cabeza y exponiendo su cuello. Situado a su espalda fue sencillo y de un solo corte sus venas y arterias fueron seccionadas. La sangre salió despedida en un amplio arco, salpicando los símbolos situados alrededor de la puerta. Solté al profesor, todavía vivo y caminé hacia la puerta. El profesor se dirigió una última mirada, curiosa, queriendo saber, en las postrimerías de la eternidad, el porqué lo había hecho.
-Mi nombre no es Humbert C. Christopher, profesor. Así me llamaron los Christopher que me adoptaron después de la muerte de mi madre. Sé que no lo investigó, porque quemé los archivos en Arkham. Mi nombre es Mauricius Whateley Marsh, primo de Wilbur Whateley y nieto de Obed Marsh, y debo invocar a mi padre para cumplir mi destino.

Cortázar había dejado de respirar en algún momento de mi explicación, pero ése era el menor de mis problemas. ¿Cómo era la frase que iniciaba el conjuro? Estaba seguro que con la frase de inicio mi mente desbloquearía el resto del hechizo. ¡Ah, si!

-Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgah´nagl fhtagn...

151.2 La Blanca Nieves de Reino Mágico

Reino Mágico (Magic Kingdom región 4) es un parque de diversiones que en su momento de mayor esplendor recibía familias que buscaban un sano esparcimiento. Aún ahora, en verano sobre todo, las albercas y toboganes otorgan el servicio de refrescar a los paseantes y es hecho conocido de las múltiples ferias que ocupan su estacionamiento para colocarse.

Como toda historia de fantasmas, Reino Mágico tiene su lado oscuro. Las leyendas que con las que crecí (sabe recordar que vivo extremadamente cerca de dicho parque) van desde su inicio, ya que fue construído sobre un cementerio hasta las múltiples y extrañas muertes que han ocurrido en sus terrenos, siendo la más sonada de los últimos tiempos la de aquella desafortunada niña que murió al salirse de un juego mecánico que se encontraba en marcha. Aunque como toda leyenda urbana, más parecen exageraciones de las historias que comienzan con "me contó el amigo de un amigo". (He estado buscando noticias de muertes relacionadas en dicho parque y no he encontrado nada).

Acabo de ver un video que me recordó lo que sería el aspecto más común del misterio que rodea el "parque embrujado": las figuras de Blanca Nieves y los Siete Enanos que se encuentran junto al Castillo, en el lado más cercano al Panteón Municipal. El vídeo es un fragmento de un programa de televisión llamado "Extranormal", donde aparentemente unos chicos que se mete al parque graban las figuras y la de Blanca Nieves parpadea. El video se ve aparentemente sin editar, además de que las reacciones son las correctas. Es decir, se puede decir que es un video auténtico.

Como escéptico, obviamente dudo de que la figura poseída se mueva. Podría sospechar de una actriz disfrazada y maquillada que cierre los ojos, pero por más que he visto el video no encuentro ningún "punto en falso" que me haga dudar de su autenticidad. Sólo los primeros minutos del vídeo son interesantes, ya que el reportaje que le sigue es bastante malo.
Dejo el video a su consideración. Ustedes deciden, y si logran encontrar el fallo, por favor, hágamenlo saber.

Para los que vivimos en el Puerto, pues es una pequeña confirmación de nuestras tradiciones urbanas y leyendas de terror de Veracruz.


151.1 El efecto ENARM O_o

Tomo descaradamente el título de la serie del mismo nombre escrita por Feco en su blog, El Señor de las Moscas. (Los que no lo conozcan, dénse una vuelta al archivo de ése heroico blog y lean toda la serie sobre El Efecto ENARM, ampliamente recomendable para conocer los pensamientos de alguien que lo enfrentó, lo superó y está dispuesto a volverlo a enfrentar y superar).

Zab me acaba de decir que al fin mi estatus cambió de "En Revisión" a "Aceptado Condicionado" en la inscripción en línea del ENARM.

A diferencia de Feco y el resto de los aspirantes (por lo menos de la mayoría que conozco), el temor no se ha terminado de apoderar de mi. No porque esté seguro de que voy a pasar el dichoso examen, sino todo contrario: estoy seguro que no lo voy a pasar. No por falta de estudios, sino de una preparación mucho más rigurosa. Voy este año a presentar el examen para conocerlo, para enfrentarlo por primera vez y saber de qué nivel vienen las preguntas y en cuáles temas se enfocan. Una de mis opciones es Medicina Interna y la otra Genética. La primera requiere de un nivel más que aceptable para ingresar, de la otra me han dicho es nivel requerido es menos riguroso, si quedo en alguna de las dos pues qué mejor, si no quedo, ni modo. Voy con la idea de presentarlo con todo, y que la calificación que obtenga es buena, sin importar si soy aceptado o no. Mi meta es ingresar el próximo año, de preferencia en Medicina Interna.

Así que sólo queda prepararme, continuar con la estudiada y estar preparado para cuaquier cosa que el ENARM pueda lanzar en mi contra.

151.- La revista INSOMNIA y el reconocimiento a éste humilde blogger.

"Ahora, la editorial Suma de Letras ha publicado, tanto en España como Argentina, Fantasmas, título en castellano de la mencionada antología de Hill. Para interiorizarnos más del libro, nada mejor que conocer algunos análisis, de la mano de especialistas."

-Revista on-line INSOMNIA, año 12 - n° 139, Julio del 2009

INSOMNIA es una revista electrónica argentina especializada en el escritor Stephen King. La he leído a lo largo de mi vida como internauta y blogger ya que contiene reseñas, noticias, datos de trivias, avances de nuevos trabajos y demás información de interés sobre el maestro del terror.

Para los que me conocen, no es sorpresa alguna que SK sea uno de mis autores favoritos, ni tampoco fueron sorpresa las dos reseñas que hice sobre el libro de Joe Hill, "Fantasmas", publicado hace no mucho en nuestro país. Hice una mientras no terminaba de leer el libro y una posterior, que quedó en mi Librero.

Pues bien, el día de hoy, mientras googleaba "Humbert C. Christopher", encontré una entrada hacia la revista, lo cual me llamó la atención, ya que yo no recuerdo haber escrito nada en ésa revista. Vaya, ni siquiera he mandado saludos. Entro al link y encuentro que las dos reseñas fueron fusionadas en una sola, en el apartado de Impresiones, la parte de la revista dedicada al análisis y reseñas de libros. Al final, hasta abajo; pero ahí estaban mis letras, viéndome.

Lejos de molestarme, estoy lleno de orgullo. Es la primera vez (creo) que toman los escritos de mis blogs para algo de ésta naturaleza. No soy un escritor (todavía), no soy un estudioso profesional de las letras, no soy ninguna autoridad acerca de libros de terror. Soy un fan. Un fan al que le gusta leer un poco de todo y compartir sus opiniones para el que quiera leerlas. Y aparecí así, como un "especialista". La sonrisa no se me ha quitado y hasta le presumí a Zab por teléfono de mi logro.

Ignoro si la revista me solicitó permiso o me informó que iba a tomar el material, ya que por ratos bastante largos no checo mi correo y a veces queda catalogado como spam y pasa directo a la eliminación o marcaje como correo no seguro. No me importa. Lo considero un verdadero reconocimiento de fan a fan y estoy agradecido de que respetaran mis ideas. Y sumamente agradecido de aparecer en la publicación.

Gracias por leer ésta entrada, porque realmente la escribí sólo para presumir. :P

Excélsior!

150.8 Realidad alterna (3)

El día prometía más sequía. Por las vacas no me preocupo, porque todas están muertas; pero el maíz es otra cosa. Si el maíz no crece este año todo esto se acaba. No es que importe mucho la vida de un anciano, pero al final de cuentas es mi vida. Lo que queda de ella. Mi manos me duelen un poco más cada día, y mi espalda suena cada vez mas cuando me muevo. Por las mañanas debo tenderme un rato al sol para que pueda mover mis cansadas articulaciones, pero aún no estoy acabado.

Al final del día me siento en mi porche, en la vieja mecedora de la familia, con mi vaso de cerveza hecha en casa, la cual está tibia pero no deja de ser mi cerveza. Si tuviera un puro tal vez no me quejaría tanto, pero el tabaco escasea en estos días. Mi último puro fue en los buenos tiempos, y los buenos tiempos murieron hace mucho.

Al final de la tarde vea la nube que se levanta encima de las áridas tierras. Sonrío por un momento, porque incluso percibo el sonido de un trueno, pero mi sonrisa desaparece cuando el trueno se revela como el motor de varios vehículos que se acercan. Hace unos años hubiera recibido éstas visitas inesperadas con la vieja Matilde en mis manos, cargada y dispuesta a escupir su plomo sobre los que vienen a robarle a este anciano la paz de sus últimos años. Ahora no me queda más que esperar sentado. No me puedo mover tan rápido como para levantarme.

Son varias camionetas, llenas de hombres con armas, aunque la mayoría no son más que niños.
-¿Eres tú Humbert Christopher?- me pregunta uno de los hombres mayores, con ésos lentes que parecen espejos y una gorra de camionero. No distingo si tiene aceite en la cara o es pintura de guerra, pero tiene la cara manchada.
Gruño mi respuesta.
-Lo soy- y doy un trago a mi cerveza. El sabor de la cerveza tibia no me provoca las náuseas que me provoca el homogéneo grupo que viene a buscarme. Si quieren problemas, tienen que buscar en otro lado. Dejé los problemas hace mucho.
-¿El Capitán Humbert C. Christopher, del Ejército Revolucionario Méxicano?
Veo ahora porqué me buscan. Ya sea para matarme o reclutarme.
-No he escuchado ése nombre y rango en mucho tiempo. El Ejército Revolucionario dejó de existir hace décadas. El Capitán Humbert está muerto.
Otro hombre, más joven y más tonto toma la palabra. Es enérgico. Me recuerda a mi hijo.
-¡El Ejército Revolucionario se volvió a levantar!, ¡estamos en Guerra nuevamente contra el Gobierno espurio!
Doy otro trago a la cerveza. No lo puedo creer. Me rio, ante la mirada atónita de la multitud. Cuento rápido a cuarenta personas. Toda una guerrilla está en mis puertas. Los buenos tiempos.
-Necesitamos a un líder, Capitán. Usted peleó la última Guerra. Usted ha sobrevivido. Lo necesitamos- me dice el primer hombre que habló
-Lo que necesitan es volver a sus casas con sus mujeres y niños-digo, dirigiendoles una mirada cansada y amarga, la misma que veo todas las mañanas en el espejo. Después veo intencionalmente al joven que se parece a mi difunto hijo y agrego-, y con sus madres. La Guerra terminó hace mucho y nada la traerá de vuelta.
Los hombres protestan. Acusan al hombre de engañarlos y me acusan a mi de poco patriota. El líder trata de componer el fiasco que está llevando a cabo.
-La democracia está en peligro, Capitán. Es hora de traer la justicia al pueblo, a la gente.

Me levanto. Dejo que escuchen mis viejos huesos crujir. Guardan silencio. Exploto.
-Escúchame hijo, en éste país la única justicia que le queda a un anciano es pasar en paz sus últimos años. ¿Quieres hablarme de justicia?, hablemos encima de ésa colina a tu izquierda. En ésa colina hablaremos entre las tumbas y cruces de mi familia, de mi esposa y mis hijos y hablaremos de toda la justicia que quieras. Después de hablar éste anciano te romperá todos los dientes del cuerpo y te mandará a darle un beso a tu esposa y un abrazo a tus hijos para que sepas lo que significa la Guerra para mí.
No dejo que vean las lágrimas en mis ojos. Me quedo quieto, mientras veo el entendimiento penetrar poco a poco el poco cerebro del hombre. Los demás no lo entenderán, ya que las manadas no tienen inteligencia. Dejaré que el tipo les explique después, cuando se larguen de mi casa.

Se alejan en sus camionetas, furiosos. Tendrán su guerra de todas formas, pero éste anciano acabado no estará en ella. Entro a mi casa, masticando la soledad de los últimos veinticinco años. Lloro en mi cama, sentado, mientras huelo el mechón de cabello de mi esposa que he guardado y la ropa que conservo de mis niños. Saco una caja debajo de mi cama, mientras mi furia me pregunta "¿porqué no?". En la caja está Matilde, esperando. La vieja escopeta conserva intactos sus mecanismos. ¿Porqué no?, ¿cuántas veces mis artríticos dedos podrían apretar el gatillo antes de hacerse trizas por el retroceso?, ¿cuántas veces podré disparar antes de caer abatido?, ¿a cuántos hombres me llevaré por delante antes de volver a ver a mi familia?

¿Porqué no? La última guerra la perdimos tratando de derrocar a un gobierno injusto y totalitario. Veinticinco años después poco ha cambiado. Podríamos volver a recordarle al gobierno que aún lo estamos observando. Que aún esperamos. Que aún estamos furiosos.

Tomo a Matilde en mis brazos. La cargo y recorto el cartucho. Se siente demasiado natural. Afuera, un trueno anuncia una tormenta. Se acerca una tormenta. Y es una de las grandes.

150.7 ¡Ten tu Cambio! - La propuesta para el fomento a la lectura

Paseando en Sanborns con la mujer más hermosa del mundo, me llamó la atención de la publicidad de una campaña para fomentar la lectura y compartir las experiencias literarias que hemos tenido.

¡Ten tu cambio! es un proyecto que busca acercar los libros a nuevos lectores, así como afianzar el vicio más inteligente en los que somos lectores crónicos, llevada a cabo en conjunto entre 10 cadenas de librerías (Sanborns, Gandhi, Librerías de Cristal, Porrúa, Casa del Libro, Palacio de Hierro, Gonvill, El Sótano, Liverpool y Péndulo) y seis casas editoriales (Norma, Planeta, Random House, Grupo Santillana, Ediciones B y Urano).

Para ello cuentan con la participación de algunos escritores de habla hispana y pesos fuertes en la literatura contemporánea como el Maestro Carlos Fuentes, Ignacio Padilla, Xavier Velazco, J.J. Padilla y Ángeles Mastretta, además de otros escritores más dedicados a la superación personal como Mariano Osorio y Fernanda Familiar, quienes aportan algunos relatos de ficción y no ficción en dos recopilaciones, las cuales pueden ser adquiridas por diez pesos, con la condición de que se compren dos libros de cualquiera de las editoriales arriba citadas y las librerías ya mencionadas.

El dinero recopilado por "dar el cambio" será destinado a la Fundación Mexicana para el Fomento a la Lectura, A.C., con el fin de conseguir promoviendo las letras en nuestro país.

Si bien es una campaña interesante (me gustó leer los post-it pegados en el stand), pues la misma premisa acerca de la crisis económica afectando a las editoriales se aplica para los lectores: no todos tenemos el dinero para comprar dos libros de sopetón, por muy atractivos que sean los títulos que ofrecen (en cuanto a la calidad de quienes escriben los ensayos y relatos).

La misma Fundación planea lanzar campañas parecidas año con año, y espero que se logre el cometido. Ni modo, a ahorrar en lo posible para tratar de aportar mi grano de arena en algo que, a corto, largo y mediano plazo, me beneficia a mi y a todos.

150. 6 - Por algo las siglas son SS...

Uno de los castigos aplicados en los campos de concentración (y exterminio) de los Nazis durante la Segunda Guerra Mundial consistía en que un grupo de prisioneros movieran miles de piedras de distintos pesos de un lado del campo al otro para que, cuando terminaran de mover las toneladas de piedra, se recibiera la contraorden y todas las piedras tuvieran que ser devueltas a su sitio original para que, cuando fueran devueltas todas las piedras, se recibiera una nueva orden de moverlas hasta el otro lado del campo. Así, por días enteros, para humillar a los prisioneros y quebrantarlos.


Algo parecido sucede en el Servicio Social: Se reciben órdenes de distinta índole y a veces hasta contradictorias, para luego ser contraindicadas nuevamente y terminar haciendo algo muy distinto de lo que se tenía que hacer. Uno de los ejemplos, sumamente conocido para el MPSS, es el llenado del infame SISPA: uno se esfuerza en llenar el formato de forma correcta y veraz, para llegar a la reunión zonal de cada mes y tenerlo que corregir por distintos motivos: que los índices no pueden tener tanta variación de un mes para otro, que tal cuadro se actualiza de forma bimestral, que el filtro no reconoce una variación tan grande, que debe cuadrar con lo reportado el primer semestre del año anterior, etc. Una verdadera telaraña de indicaciones para llenar el formato que nunca se domina del todo. Ni siquiera los doctores que llevan años en esto lo pueden dominar del todo y no es por desidia ni falta de conocimientos, sino que parece que las órdenes de llenado cambian mes con mes.


Otro ejemplo sucedió en éste mes de junio: por las elecciones recibimos órdenes de tener presente el blindaje electoral, es decir, tener cuidado con los candidatos y las campañas, recordar al público en general que el Programa no era partidista, tener el buzón de delitos electorales y NO REALIZAR NINGUNA CLASE DE JUNTA O REUNIÓN DURANTE EL TIEMPO QUE DURARAN LAS ELECCIONES. Todo claro y sencilla hasta ahí, hasta que nos llegó la orden de realizar un Taller de Contraloría Social, con 20-25 participantes. Para el mismo mes. Entonces, ¿hacíamos o no el taller?, y ni para preguntar, porque eran órdenes de más arriba que los jefes.


Y empezamos a cargar las piedras de un lado para otro. No pretendo trivializar el sufrimiento de las personas que vivieron el Holocausto, ni tampoco comparar nuestro…ejem…Estado... con los Nazis, pero caray, el sentimiento de humillación y de poco respeto por nuestra labor es superlativo, y sólo a un sádico se le puede ocurrir llamarlo Servicio Social, u SS, total, que las siglas son las mismas.

150.5 Realidad alterna (2)

Los golpes eran insistentes en la puerta de la choza. Después de un minuto los golpes fueron acompañados de susurros desesperados. "¡Chamán, chamán!", apuraban.

Abrí los ojos en medio del sueño. Alguien perturbaba al chamán, pero ésa es la vocación del espíritu. Me levanté del catre y estiré mis huesos. Antes de abrir la puerta me puse el tocado. Cosa rara, la gente te cree más cuando tienes puesto el tocado y la pintura en el rostro. Por lo mismo introduje mis dedos índice y medio en el cuenco de pintura facial junto al escritorio y me tracé líneas paralelas en ambas mejillas. Esperaba que mi aspecto cansado y desvelado diera a mi rostro la severidad que se requería en el chamán.


Abrí la puerta de golpe. Un poco de melodrama siempre es bueno para la gente, aunque no lo sepa. "¿Sí?", inquirí, fingiendo la seriedad de mi tono.

"Es mi Tene, Chamán-Quetzal, la volvió a poseer el espíritu maligno de la otra noche". En su pequeño e inocente tono no cabía la entonación sexual que pudiera derivar de las palabras "madre" "poseer" y "noche" que alguien menos serio que yo habría encontrado.

Chamán-Quetzal, mi apodo, era una especie de broma entre los chicos del pueblo. Cuando llegué a la pequeña comunidad agricultora, mi blanca piel, mi alta estatura y mi rostro barbado impresionaron a los locales. Chamán Quetzalcoalt me llamaron. Curandero Serpiente Emplumada, un nombre de buen agüero en los creyentes para el encargado de su salud, ya que decían el verdadero Quetzalcoalt podía curar con la sola imposición de sus manos. Yo no era tan milagroso.

"¿La traen con ustedes?" pregunté, al percibir a otras personas que parecían cargar con un bulto.

"Si chamán, como nos lo pidió" respondió una jovencita detrás del primero. No quiero parecer ofensivo, pero todos los habitantes se parecen entre sí, y en la noche me era imposible distinguir un rostro de otro.

"Háganla pasar" dije, mientras retrocedía. Tomé la vela encendida del marco de mi puerta y encendí un pequeño brasero con incienso. El olor inundó el pequeño cuartoy di gracias, ya que los efluvios de la señora inundaron mi nariz. Acomodaron al bulto en uno de los catres de espera y se hicieron a un lado. El chamán tenía trabajo que hacer. Me acerqué con la vela y en la media luz distinguí a mi paciente. La señora tenía la enfermedad de la orina dulce desde su juventud, y no era la primera vez que la enfermedad permitía el paso del espíritu maligno. Su boca estaba seca, al igual que su lengua, su respiración era firme, al igual que su pulso, su aliento era amargo, sin rastro de olor a frutas podridas, su boca no se desviaba hacia el lado, ambos brazos se movían. Las piernas estaban color ocre, pero no era nuevo, sino la firma de la enfermedad en su cuerpo. El olor de excremento me indicó que al ser poseída había perdido el control de su esfínter o que sufría de vaciamiento de las tripas.

"¡Tene, Tene!", le grité, mientras la agitaba de un hombre. La señora abrió los ojos para cerrarlos de nuevo. No respondió a nuevos intentos.

"¿Desde cuándo está así?" inquirí al hijo. "Desde ayer Chamán, pero aún respondía…fue ayer cuando tuvo diarrea y se quejó del estómago, pero no se sentía mal, y hace unas horas empezó a delirar, fue cuando decidimos traerla."

Había sido un duro viaje en la oscuridad, pero aún se podía hacer algo, o eso esperaba.


"Fue la diarrea lo que atrajo al espíritu de la orina dulce, si detenemos la diarrea y recuperamos el líquido perdido, tu madre podrá regresar a éste mundo" dije yo, el Chamán Quetzal.


Fui a mi armario de pócimas. Encontré el frasco con cocimiento de nanche y otro con té de hierbabuenas enfríado en el rocío de tres días. Mezclé dos tantos de cada uno, y agregué jugo dulce de caña. Al espíritu del mal de la orina dulce le gustaba la caña. Tal vez así se calmaría.


"Necesito que entre tres personas la sujeten, para que pueda echar la pócima en su boca". El hijo, la jovencita y un señor mayor (el Tata, tal vez) sujetaron a la señora, quién se debatió en sus brazos. El espíritu sabía lo que estaba a punto de suceder. Como pude, vertí un poco de la poción en la boca de la señora y ella la escupió. Así estuvimos debatiéndonos el espíritu y yo por una hora, entre escupidas, groserías y diarrea (un poco de ambas partes), hasta que, poco a poco, la señora recuperó su cuerpo y volvió a ser ella misma. Todavía la dejé descansar hasta que estuvo a punto de amanecer, para asegurarme que habíamos vencido al espíritu.


"Gracias Chamán, que los Dioses se lo paguen" me dijo la familia cuando les di permiso de retirarse.

"No se preocupen, los Dioses siempre pagan…a veces", les respondí. Los vi alejarse, poco a poco. La señora aún vaciaba el estómago, pero poco a poco las tripas se asentarían. Me senté en el quicio de mi puerta, masticando un poco de corteza de sauce, ya que el desvelo me daba dolor de sentidos. Cerré los ojos un momento, y una voz me despertó.

"Chamán, fíjese que vengo a ver que me da, porque..." me dijo un viejo ahuehuete que caminaba hacia mi choza con bastón y todo encorvado.

"Pase Tata…ahora mismo le preparo algo" dije yo, el Chamán, y seguí cumpliendo el destino de mi espíritu.


150.4- Y cuando Humbert despertó, el PRInosaurio seguía allí...

Con el regreso del Viejo Imperio, no nos queda más que encomendarnos a un poder superior (como el MONESVOL, no piensen mal) y prepararnos para cualquier cosa.
Para aquellos que anularon su voto, por el motivo que haya sido, no me queda más que agradecer que no reconocieran el fraude que culminó éste cinco de julio, un circo en el que los ganadores siempre estuvieron designados y sólo esperaban nuestra siempre confiable resignación.

En Veracruz nunca hubo duda. Cuando se cuentan con todos los recursos del Estado y una de las campañas Presidenciales más ambiciosas de todos los tiempos como la lidereada por Fidel Herrera Beltrán, uno sabe que cualquier oposición es meramente simbólica.
Los veracruzanos desde hace años sabemos que los litros y litros de pintura roja no son en balde, ni tampoco que cada ayuda lleve el sello "Fidelidad" como un acuerdo tácito entre el Gobernador y nosotros, sus borregos. Con decir que en mi foto de generación no aparece el director de mi facultad, pero sí Tío Fide, sonriente, y nosotros con nuestras corbatas rojas...

...pero no hablaré mal de eso, porque me regalaron mi palm.

Así, asumo la culpa que me corresponde, y que nos corresponde a todos los veracruzanos: la de dejar empollar el huevo del PRInosario a expensas de nuestra acallada conciencia. Tenemos el gobierno (y desafortunadamente el Gobernador lo sabe) que merecemos.

Como corolario: algo que aquí ya sabíamos. Espero el vídeo ilustre un poco mejor a aquellos que no saben cuáles son las "viejas mañas" de las que tanto se habla durante las campañas electorales. ¿Me molesta que hablen así de Veracruz?, para nada...después de todo, así lo permitimos...


150.3 Realidad Alterna (1)

Al fin pasamos al otro lado de la reja. Creí que no lo lograríamos, pero en el último momento pude patear la mano que te sujetaba y, tras escuchar un chasquido, fuimos capaces de caer del otro lado. Revisé tus piernas en busca de mordidas, pero sólo encontré un par de arañazos y raspaduras de las puntitas de metal de la parte superior de la reja. Por acto reflejo te abracé, feliz de saber que (todavía) no te perdía, y es que el sentimiento de pérdida a no me dejaba hacer nada más: vi morir a mi familia, a mis amigos, a mis conocidos...inclusive yo mismo tuve que matar a un par de ellos para sobrevivir, y sobrevivir sin ti no era posible.

Los zombies empezaron a empujar la reja, tratando de alcanzarnos. Tal vez lo lograrían, pero nosotros no estaríamos allí para verlo. Teníamos que seguir la señal de radio para llegar al refugio y no sabíamos cuánto nos faltaba para llegar ahí, sólo que teníamos que cruzar todo el estado lleno de muertos vivientes y esperar lo mejor para continuar vivos.

Acaricié el revolver que colgaba de mi cintura. Reprimí el dispararle a los zombies del otro lado de la reja porque sería un desperdicio de las valiosas balas. El frío revolver se sentía vivo en mi mano, y supe que tarde o temprano lo utilizaría, en tí, en mí o en nosotros dos, dependiendo de a quién mordieran primero, pero por el momento, me llevaría a tantos cadáveres como pudiera por enfrente.

Con una mano sujeté mi katana (tomada prestada de la tienda de antigüedades de la plaza comercial, y afilada con un afilador de cuchillos de cocina) y con la otra te tomé de la mano. Me apretaste tan fuerte (y eras tan fuerte después de todo lo que habíamos vivido antes, durante y después del Apocalipsis) que creí que romperías mi mano, pero no, resistió, resistimos, y seguiríamos resistiendo, juntos, unidos y tomados de la mano.

En éste mundo lleno de zombies, lo único que me queda eres tú, y me alegro que así sea.

150.2 Médico Pasante en Servicio Social (16)

(Tomado de las notas del Dr. Humbert C Christopher, MPSS asignado a la UMR 287, el Zapotal 2, Santiago Tuxtla)

03-julio-2009

11:00 hrs

La temporada de lluvias ha llegado reptando, como un ladrón sumamente meticuloso al pueblo. Aunque las carreteras han estado anegadas con las lluvias, El Zapotal se había mantenido seco por varios días, matando ganado y acabando con los pocos pastizales para los animales sobrevivientes. Aunque ahora la humedad carga el aire, aún parece improbable una recuperación en forma, lo cual mantiene expectantes a los campesinos y ganaderos del pueblo.

La rutina se ha establecido de nuevo en la comunidad, y como todo pueblo, la sorpresa ha dado el inexorable paso hacia el deporte nacional de los pueblos de México: el chismorreo malintencionado; que si el Médico nunca está, que si la enfermera tiene SIDA, que si los que no hacen faena perderán OPORTUNIDADES, que si hay gente capacitándose, que levantaron reportes contra todo mundo. Lo peor de todo es que es el mismo pueblo el que levanta chismes contra sí mismo, dividiéndose. El fondo de todo, a lo que he podido entrever, tiene sus raíces en un mal mayor, la política. Al parecer la división primaria, la primera grieta, siempre es la política, que Fulanita es de tal partido y Mengana de tal otro, y pues a inventarse chismes mutuamente para acarrear gente y se llevan a los demás entre las patas.

He tratado de mantenerme al margen, y de mantener a la clínica al margen también, pero estoy seguro que no tardan en empezar a decir cosas en contra de su servidor de su trabajo. Es el único deporte que practica toda la población.