When I was a young boy,
My father took me into the city
To see a marching band.
He said, "Son when you grow up, will you be the saviour of the broken,
The beaten and the damned?"
He said "Will you defeat them, your demons, and all the non believers, the plans that they have made?" Because one day I leave you,
A phantom to lead you in the summer,
To join the black parade."
Sometimes I get the feeling she's watching over me.
And other times I feel like I should go. Through it all, the rise and fall, the bodies in the streets.
When you're gone we want you all to know
We'll Carry on
Though your dead and gone believe me Your memory will carry on
Carry on We'll carry on
And in my heart I cant contain it
The anthem wont explain it.
And we will send you reeling from decimated dreams
Your misery and hate will kill us all
So paint it black and take it back
Lets shout it loud and clear
Do you fight it to the end
We hear the call to
To carry on, We'll carry on
Though your dead and gone believe me Your memory will carry on
We'll carry on And though you're broken and defeated You're weary widow marches on
And on we carry through the fears
Ooh oh ohhhh
Disappointed faces of your peers Ooh oh ohhhh
Take a look at me cause I could not care at all Do or die
You'll never make me
Cause the world, will never take my heart
You can try, you'll never break me
Want it all, I'm gonna play this part
Wont explain or say i'm sorry
I'm not ashamed, I'm gonna show my scar
You're the chair, for all the broken Listen here, because it's only..
I'm just a man, I'm not a hero
Just a boy, who's meant to sing this song
Just a man, I'm not a hero
I -- don't -- care
Carry on, We'll carry on
Though your dead and gone believe me Your memory will carry on
We'll carry on
And though you're broken and defeated You're weary widow marches on
We'll carry on, We'll carry on
The Black Parade - My Chemical Romance
Hoy salí con Zabdy. La idea era ir a tomar un café al Italian que está cerca del Acuario. El bendito Acuario de mis recuerdos. Mi abuelo me dio su tarjeta, porqué me iba a pagar quinientos pesos que le había prestado. Fuimos al banco, pasamos a Vip´s a ver libros, caminamos de regreso.
Fue en la zona de restaurantes de mariscos, justo al inicio, donde sucedió.
Había un par de señoras alrededor de una silla de ruedas. Las dos estaban llorando. Llegó una tercera, con unos algodones en la mano, y se los dieron a oler a la persona sentada. Era un señor.
Alrededor de ellos, inevitable, la multitud se congregó para no perder el chisme.
Zabdy y yo caminamos junto al grupo, hablando entre nosotros. Escuchamos llanto y volteamos. Entre las señoras llorando, alcanzamos a ver al hombre en silla de ruedas.
La mirada perdida, sudoroso, con los labios azules y los ojos fuera de órbita. Miré a Zabdy y ella me miró con esos hermosos ojos que tiene. Ésos ojos que me dijeron lo que tenía que hacer (Go and save him, tiger). Mi Mary Jane. Mi Luisa Lane. No tuve opción, y no quería tenerla.
Me acerqué. El señor no tenía piernas, no respondía. No respiraba.
"¿Puede ayudarlo?", me pregunta la señora, gritando.
"Ayúdeme a ponerlo en el suelo"
Entre los tres, lo bajamos. Con cuidado, la señora se arrodilló junto a su marido. Acomodó la cabeza en el suelo. Me hinqué, sin pensar bien lo que estaba haciendo. Me acerqué, abrí su boca. Nada obstruía. El pecho no se movía. No percibí respiración. Me acerqué, y por un momento dudé. Por un momento.
Dos respiraciones, profundas. La cabeza extendida hacia atrás. Sujetando el mentón. Liberando vía aérea. Toqué pecho. Toqué cuello. No pulso. Luego, las manos juntas, a palpar esternón. C1, C2, C3 ("no puedo estar haciendo esto, no puedo, no puedo, no puedo, no puedo...") c28, c29, c30...De nuevo, dos respiraciones. De nuevo C1, C2...(en este momento, el señor boqueó. Seguía con la mirada fija en el nublado cielo del puerto, viendo, de seguro, lo que hay del otro lado. Luego, boqueó otra vez).
Abajo otra vez. Expulsión de aire, espontánea. No pulso carotídeo. Dos respiraciones. C1, C2...
Llegó el hijo. "Me lo llevo, ayúdame a levantarlo..."
Y aquí fue cuando cometí el error. Lo ayudé a levantarlo. Lo ayudé a que se lo llevara.
No debí de haber detenido las compresiones. Debí de haber esperado a la ambulancia. Debí haber gritado. Debí de haber sido enérgico con el hijo. Pero me puso en su lugar. Si fuera mi padre, también querría llevarmelo lo más rápido posible. Pero no era lo indicado.
Lo ayudé. Lo lanzó a la parte de atrás de su auto, y se fue, con las llantas chirriando.
Después, Zabdy me tomó de la mano, y me llevó al café. Y pasamos el resto de la tarde juntos. Eso me ayudó a calmarme. Pero el viaje de regreso a casa fue demasiado largo...
No debí de haber dejado que se lo llevara. No sé si lo que hice sirvió de algo. Quiero pensar que llegó a tiempo, antes de que el daño fuera demasiado grande (fue un paro cardíaco, estoy seguro). Quiero pensar que alcancé a meter oxígeno a la sangre y sangre al cerebro...pero sé que no fue así. No pudo haber sobrevivido los cuatro minutos al hospital regional y el tiempo que llevaba antes de que yo empezara con la reanimación...no debí de haber dejado que se lo llevara. Tenía que haber sido el médico que se espera que sea. Debí de haber esperado a la ambulancia...no debí de haber dejado que se lo llevara...no debí...no debí...
Si no hubieras estado ahí, conmigo, no sé que me hubiera pasado...no sé que hubiera sido de mí...te amo, Zab...
Lo que era y lo que soy
Hace 7 años
0 Response to "Entrada Setenta y Dos: El Desfile Negro"
Publicar un comentario