Entrada Sesenta y Cuatro: Médico Pediatra

"Debe preguntarse a los niños y a los pájaros cómo saben las cerezas y las fresas"

Johann Wolfgang von Goethe

Mi primera guardia en Pediatría no fue nada mala: descubrí que las madres primerizas llevan a su bebé a urgencias sólo porque no han comido en dos horas.
Creí que iba a estar más nervioso, pero no...todo es cuestión de escuchar bien al niño. Por lo menos no me tocó atender parto. Todavía.

Viendo a los pequeños del ala de pediatría, me acordé de mi propia infancia. Montserrat (una pequeñita de siete años con un absceso submaxilar) me preguntó si le podía cambiar la última inyección por jarabe...lástima que la amikacina no se encuentra en suspensión. Yo solía hacer eso.
Y me sorprende la fortaleza de los pequeños. Un bebé que está llorando porque lo están canalizando es capaz de estar jugando como si nada quince minutos después. Ojalá los adultos aprendiéramos algo de los cachorros.

A veces recuerdo con nostalgia el sabor de los Carlos V de mi época, los chocolates de la vaquita, los brinquitos, los tico-rico, los miguelitos y un interminable etcétera...a veces daría lo que fuera por volver a ésa época.
Recuerdo las primeras veces que anduve en bicicleta. Mi primera Avalancha. Los álbumes que solía tratar de llenar de chico. Lo crédulo que era. Los monstruos que me esperaban en la oscuridad. Fué una buena época.

Ahora debo estudiar. Los únicos que deben temerle a los niños son los ignorantes.