Entrada Noventa: Hiroshima, a 63 años.

"Cuando me preguntaron sobre algún arma capaz de contrarrestar el poder de la bomba atómica yo sugerí la mejor de todas: La paz."

Albert Einstein

La luz fue cegadora. Imposible no verla, aun con los ojos cerrados, porque se infultraba a través de tus párpados y llegaba directo al cerebro.
Los afortunados fueron los que estaban cerca: un destello, y ya no más.
Los menos afortunados fueron aquellos que vieron su mundo deshacerse a su alrededor, derretirse y fundirse, justo antes de que las hirvientes cuencas oculares fueran vaciadas por el calor. Los niños murieron en brazos de sus madres, su grito acallado por el ensordecedor tronido del átomo siendo partido.

En Estados Unidos, celebraron la masacre...

Más de seis décadas después, Hiroshima resplandece...pero la marca del hongo atómico quedó impresa en el DNA de miles de nipones que todavía nacen afectados por la radioactividad...

¿A qué costo llega el progreso?...sólo sé que cuando ocurra la cuarta guerra mundial, quiero tener palos y piedras a mi disposición...