Aprovechando las buenas críticias que ha recibido Game of Thrones (serie de HBO basada en la serie Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin) empecé a leer el primer libro de la saga.
De inmediato quedé atrapado. R.R. Martin crea un mundo fantástico supremo, lleno de conflictos y personajes basados en la Edad Media pero adaptados a un mundo donde los portentos y la magia son reales. Así, tenemos a las grandes casa (Los Stark, Los Lannister, Los Tully, Los Baratheon, todas ellas relacionadas entre sí) jugando el Juego de Tronos: las intrigas, las traiciones, las alianzas y todo lo que conlleva el poder monárquico para sentar a un heredero en el Trono de Hierro de los Siete Reinos.
La trama se cuenta a través de varios puntos de vista, pero centrándose en la familia Stark, Señores del Norte, y en el líder de ésta, Eddard (Ned) Stark, hombre de honor, padre de familia y el mejor amigo del Rey, quien entra al Juego cuando éste lo convierte en su Mano (el encargado de hacer cumplir las leyes del Rey).
Durante la historia conocemos El Muro (pared gigantesca que separaa Winterfall de los territorios del norte, donde se dice, habitan seres mágicos y renegados que buscan la destrucción de los Reinos) desde el punto de vista de Jon Nieve, hijo bastardo de Ned Stark; somos partícipes de las intrigas de la corte, desde el punto de vista de Ned y dos de sus hijas; seguimos las aventuras de uno de los Lannister, quien aún no sabemos de qué lado terminará; y conocemos la subtrama de los últimos Targaryen, los Señores de los Dragones y casa caída en desgracia cuando un Lannister mató al Rey previo y forzó a los hijos sobrevivientes al exilio, quienes buscan la forma de regresar al juego.
Los personajes son verosímiles, están bien trazados y definidos y por momentos nuestra simpatía hacia ellos se ve modificada conforme avanza la historia. R.R. Martin también describe una geografía muy original, con fortalezas enclavadas en montañas, castillos que protegen ambos lados de un puente, un infierno helado con un Muro que trata de mantenerlo a raya y decenas de pueblos y ciudades desperdigados a lo largo de los Reinos y más allá de sus fronteras.
Donde termina el primer libro es una de los cliffhangers más sorpresivos que he leído hasta ahora. Los fans de la serie saben a qué me refiero.
Aunque sólo he leído el primer tomo, la Canción de Hielo y Fuego es una saga recomendada para los fans del género de capa y espada, y aunque el componente mágico existe dentro de la serie, al parecer no tomará un rol tan importante como en otras historias.
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Como nota aparte: durante mucho tiempo, uno de mis temores literarios era que Stephen King muriera sin terminar su Torre Oscura (y vamos, estuvo a punto en un par de ocasiones de hacerlo). Hoy, no sólo ha regresado ése temor (puesto que ya anunció la publicación de The Wind Throught the Keyhole, octavo título de la saga, aunque al parecer sería el sexto, cronológicamente hablando) sino que se agrega a que George R.R. Martin tiene dos libros de la Canción de Hielo y Fuego sin publicar. Esperemos los Dioses Antiguos lo protejan.
Por cierto, además del título de la Torre Oscura, Stephen King también publicará en meses próximo Dr. Sleep, una continuación de The Shining, o por lo menos, retomará la vida de Danny Torrance.
Hay algo en A Song of Fire and Ice que lo vuelve mas penetrante que Lord of the Rings. Quizá sea ese intenso sabor a intriga medieval estilo Borgia. No es válido comparar la obra seminal de la fantasia (Tolkien) con una fantasía madura con toques mas adultos (Martin), pero no puede uno evitarlo.
Los Siete Reinos o La Tierra Media.
R.R. Martin es un maestro de los giros insospechados. Desearía haber leído el primer libro sin haber visto la grandiosa serie de HBO primero.
El Feco
17 de diciembre de 2011, 23:02