Arkham Knight: la muerte de una franquicia.

 


Alabado por muchas personas como la versión definitiva de los juegos de la serie de Arkham de Rocksteady, Arkham Knight (cuarta entrega, considerando Origins) es todo lo que un juego de Batman no debería ser.
Primero, y para salir del paso: entiendo las limitaciones del Nintendo Switch en cuanto a gráficos y desempeño, los cuáles no son factor para mi en éste momento. Lo feo que se ve y los bugs (mínimos que me he encontrado en mis tres horas de juego) no tienen mayor peso en mis quejas.
Arkham Asylum fue el juego de Batman que no sabíamos que necesitábamos en su momento, enfocado en partes iguales en combate, sigilo y trabajo de detective, hacian lucir a Batman como ningún otro juego y pocas adaptaciones audiovisuales habían podido. Arkham City fue un paso más allá, aunque la nominal se siente diminuta algunas veces, de alguna forma logró llenar el espacio de juego con referencias y pequeñas misiones que hacían sentir a la City casi como un personaje más.
Arkham Knight toma los mejores aspectos de los juegos anteriores y los neutraliza de la peor forma posible: el combate es esporádico y no se siente el desarrollo de las habilidades de combate, las misiones de sigilo son mínimas y faltas de imaginación, el trabajo de detective es nulo. La ciudad está vacía y no dan ganas de navegar por ella. Y todo esto es para darle prioridad al puto Batimóvil. De pasar a ser un juego donde eres el caballero de la noche pasa a convertirse en un simulador de combate de tanques y carreras en la calle, donde incluso El Acertijo deja a un lado su usual modus operandi para ponerle unas pistas de carreras a Batman (porque cuando pienso en El Acertijo pienso en carreras de autos, claro). Ya desilusionado, me leí unos spóilers y resulta que incluso la pelea contra Deathstroke, Firefly y el mismísimo Arkham Knight son abordo del Batimóvil. No, gracias.
En una de las simulaciones regadas en el mapa te enfrentas con el Espantapájaros...a bordo del auto. Y le disparas. Porque es lo que Batman hace todo el tiempo en los cómics: dispararle misiles al Espantapájaros. El punto donde dejé de jugar es una parte donde, siguiendo unas huellas a bordo del auto, te bajas para inspeccionar una bomba y de inmediato el juego te pide que te subas nuevamente al auto porque viene OTRA pelea contra tanques. Repetitivo y aburrido. "E juego definitivo de Batman".

Cualquiera que diga que ésta cosa es un buen juego de Batman debería jugar Asylum y City primero.

Por cierto, de risa tratar de mantener la identidad del Arkham Knight secreta cuando los primeros diálogos (con el "old man" que dice desdeñoso cuando cree tener atrapado a Batman) te pone sobre la pista de quién es.

Libro Vs película: Bullet Train

Publicada originalmente en 2010 por Kotaro Isaka, Bullet Train trata sobre varios asesinos a sueldo que se encuentran en el mismo trayecto por diferentes motivos: Nanao es contratado para robar un maletín, Limón y Mandarina deben proteger dicho maletín y al hijo del hombre que los contrató. El Príncipe, un joven psicópata, está torturando a Kimura, después de lanzar a su hijo de una azotea, pero descubre que los eventos en el tren son más interesantes. Contada desde varios puntos de vista, se nos permite conocer los pensamientos y motivaciones de los distintos personajes. El ritmo es pausado, la acción es mínima a menudo opacada por los diálogos tanto internos de los personajes como entre ellos.




Disfruté mucho ésta comedia de acción protagonizada por Brad Pitt como Ladybug, un asesino a sueldo (en la película queda un poco más ambiguo) que debe recuperar un maletín abordo del Tren Bala que viaja de Tokyo a Kyoto, encontrándose enmedio de una desafortunada encrucijada de eventos con otros (por lo menos) 4 asesinos: la pareja de Limón y Mandarina, quienes deben llevar dicho maletín y al hijo de su jefe a Marioka, Lobo, quien está buscando venganza, Príncipe (Joey King) quien está torturando psicológicamente a Kimura y El Avispón, un envenenador profesional. Al final todas las historias están relacionadas entre sí. Recuerdo que ésta película no fue tan bien recibida en su momento por la breve participación de Bad Bunny (Lobo).
Un buen elenco con buenas interacciones en cámara, una entorno semi-claustrofóbico y mucha acción, Bullet Train fue una agradable sorpresa en su momento.


La película es una adaptación bastante adecuada del libro en la primera mitad, para después descarrillar completamnenta (pun intended) respecto a la obra original: no existe un épico enfrentamiento final donde los sobrevivientes del viaje se forman un equipo para enfrentar al jefe de la mafia. En el libro el que podria considerarse el enfrentamiento final ocurre entre dos personajes que no estaban abordo desde el principio contra El Príncipe, quien logró maniipular a buena parte de los personajes hasta éste punto.
Dentro de las libertades de la película están las suficientes para ser llamada "woke" por estándares modernos: No hay mención del color de la piel de Limón o Mandarina en el libro, sólo la mención que son lo suficientemente parecidos para hacerse pasar por hermanos, así que uno de los dos tuvo que ser cambiado de raza. También Mandarina en la película (interpretado por Aaron Taylor-Johnson) me pareció insufrible y hasta medio estúpido, en el libro siendo uno de los más sensatos. Limón (Brian Tyree Henry) tiene una personalidad bastante parecida, siempre hablando de Thomas el Tren, aunque en el libro tiene algún que otro desplante de genialidad que se interconecta con todos los diálogos previos que han tenido éstos personajes.
El Príncipe obviamente es un niño en el libro, en la película interpretado por Joey King quien nada más hace la mención de que sus padres querían un niño. El nivel de manipulación de El Principe es sumamente alto, siendo uno de los mayores participantes, mientras que en la película disminuyen su importancia para dejar a Joey casi como un gimmick para empatar las historias.
La mala suerte de Nanao es patente en todo el libro: absolutamente todo lo que puede salirle mal sale mal, y varios de las situaciones a bordo del tren parecen ser consecuencia casi directa de ésta mala suerte.

Recomiendo ver la película ya que me parece lo suficientemente entretenida para pasar un buen rato, algunos cambios son para mejorar la experiencia: el agregar mucha acción, el final más complaciente para los fans de las películas de éste género, una fotografía y paletas de colores llamativas.
El libro es un ejercicio más contemplativo, donde las situaciones individuales están por encima de la historia en general. No todas las historias del libro están relacionadas de forma directa, siendo más algo situaciones que el fin de las líneas argumentativas. Una lectura sencilla, libre de pretensiones escrita para relajarse entre lecturas más ominosas.